Deportes

Los pies, a la tierra

  • La derrota y la pérdida de sus virtudes en Córdoba debe servir para volver a enfundarse el mono de trabajo

Más pronto que tarde tenía que cortarse la mejor racha de la Unión Deportiva Almería de las cuatro últimas temporadas, pero quizás fue demasiado pronto. Sobre todo porque la visita al campo de un colista que no tiene un estilo de juego definido y que atesora muchos problemas tácticos, parecía un lugar idóneo para seguir puntuando.

Sin embargo, el Almería no fue el equipo humilde, trabajador y sacrificado de siempre. No estuvo intenso, no ganó los duelos individuales y el balón estaba siempre más cerca del área de René que de la meta cordobesista. De hecho, el Almería no tuvo ni una sola ocasión clara de gol, algo que no pasó ni en Cádiz.

Lo mejor es pasar página cuanto antes porque ahora le viene a los rojiblancos una parte complicada del calendario, que puede volver a meterle en problemas si no asimila bien esta derrota. Lo que al Almería le había hecho crecer desde la victoria en Copa frente al Málaga fue mantener la concentración y la intensidad desde el minuto 1 al 90 ante Zaragoza, Soria y Reus. Sin embargo, en Córdoba el equipo no estuvo nunca cómodo, no controló el partido y no tuvo la velocidad que necesita por banda para llegar arriba.

Si el Almería vuelve a la tierra y se enfunda nuevamente el mono de trabajo, el equipo no tendrá demasiados problemas para estar en la zona media y tranquila de la tabla. Sin embargo, si el mal partido se transforma en intranquilidad y nerviosismo, el Almería podría meterse en problemas.

Es momento para un análisis psicológico del partido, para que Fran Fernández mire a los ojos a sus hombres y les haga interiorizar que encuentros como el del sábado no se pueden repetir, pero que el equipo va por el buen camino siempre y cuando recupere el espíritu competitivo que le había caracterizado.

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