Voleibol Superliga

Viciana: "Se me saltaron las lágrimas de volver a jugar en mi casa con la camiseta de Unicaja"

  • El almeriense supera una grave lesión y vuelve al club de su alma

  • En el banquillo está uno de sus cicerones cuando un joven Víctor debutaba en el primer equipo

El almeriense posa en la entrevista para Diario de Almería.

El almeriense posa en la entrevista para Diario de Almería.

Doble vuelta para Víctor en el Moisés Ruiz: a las canchas tras su lesión y a su casa después de unas temporadas fuera.

Encantado de volver a mi casa, en ningún sitio se está tan bien como aquí. Mi familia y mis amigos me pedían que volviese y creo que he acertado. Con respecto a los terrenos de juego, estoy con la ilusión de un niño. El otro día me envió un audio Cosme Prenafeta y me dijo que tenía la misma cara de satisfacción que cuando era juvenil. Ha sido una recuperación muy dura y por fin veo la luz.

Una lesión así (cartílago de su rodilla) es muy dura.

Se pasa muy mal, sobre todo porque los primeros pronósticos eran que no iba a volver a jugar al voleibol a nivel profesional. Cuando te dicen algo así, no te lo esperas, yo no quería retirarme tan pronto y menos por una lesión. Poco a poco descubres gente que te ayudan, que te aconsejan que con mucho trabajo, eres capaz de superar este tipo de lesión. Eso es lo que he hecho, mucho tiempo de recuperación, de trabajo y, sobre todo, cuidado.

¿Cómo han sido esas horas que el público no ve?

Duras, muy duras. El día que te levantas animado, pero vas al gimnasio y te vuelve a doler la rodilla, empiezas a tener miedo porque recuerdas cómo fue la lesión. Parece que el tiempo de recuperación vuelve atrás, es durísimo. Unos días te levantas con ilusión, otros hundido... El día a día son horas de gimnasio reforzando la pierna, con dolor. Al final también piensas que ha habido otra gente que ha salido y eso también te da ánimo. Con mucho trabajo y sacrificio, se consigue.

Viciana, sobre la pista del Moisés Ruiz. Viciana, sobre la pista del Moisés Ruiz.

Viciana, sobre la pista del Moisés Ruiz. / Rafael González

La pasada semana, Manolo [Berenguel] llama a Víctor, le da la tablilla para que salga en el tercer set y...

Antes del partido, me comentó que si estaba preparado para jugar y le dije que si la cosa iba mal y me necesitaba, entraba, pero que si la cosa iba bien... [se ríe]. Yo creo que él también tenía muchas ganas de darme un premio por todo el trabajo y sacrificio que estamos haciendo todos. Fue realmente bonito volver con mi gente, mi familia, mi público. Hasta se me saltaron lágrimas.

Pelillos a la mar con las viejas rencillas.

Por supuesto. Creo que las cosas hay que hablarlas y no en caliente. ¡Quién iba a decir que el club se iba a portar tan bien conmigo con mi recuperación y mi fichaje! Lo único que puedo dar son las gracias. Lo que pasó está totalmente olvidado.

En la última entrevista, Víctor me dijo que tenía el corazón muy verde. Como tantos otros que tuvieron que salir de Unicaja, principalmente a Teruel. Ahora, como es su caso, muchos han vuelto a Almería.

Unicaja es un grande. Almería es una ciudad espectacular, aquí hay una calidad de vida increíble, algo que tira mucho a los jugadores. El club está volviendo a trabajar muy bien en lo económico, los problemas que había antes, ya no nos quitan el sueño en el vestuario. Y estoy sintiendo un trato espectacular, ahora me están callando la boca, el club se está portando conmigo de diez. Sólo tengo ganas de volver a ganar algo con Unicaja Almería.

Coincidió con Manolo como jugador y ahora lo tiene como míster. ¿Cómo lo ve?

Yo llegué a Unicaja en 2005, en la primera etapa de Piero Molducci. Era una plantilla de estrellas, teníamos un equipazo. Ahí conocí a Manolo y siempre me ha tratado muy bien. Ha sido uno más, siempre me he ayudado en todo. En aquellos entonces, yo tenía la cabeza bastante loca y él me intentaba tranquilizar. Siempre ha sido una persona muy sensata, no lo considero ni un exjugador ni un entrenador, para mí es mi amigo. Creo que está aprendiendo a diario en el banquillo. Él tiene mucho que aprender de nosotros y nosotros de él. Es una persona que escucha, algo muy importante para cualquier entrenador. Además, él ha sido jugador y eso siempre es muy bueno para conocer cómo está el vestuario.

Para acabar, hay que hablar de títulos. Se perdió la Supercopa de España, pero por delante están la Copa del Rey y la Superliga Masculina.

Quien viene a jugar a Almería sabe que tiene que ganar títulos. Es una exigencia estar aquí y este año no es menos. Tenemos equipo para lograrlo y estamos trabajando para ello. La Superliga ha subido mucho, con el crecimiento de equipos como Ibiza, Soria o Palma, que parecía que no iba a hacer buena plantilla. Veo mucha calidad en el vestuario, hay posibilidad de apretarle las tuercas a los actuales campeones.

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