María José Molina Gil es Enfermera Gestora de Casos en el Área de Gestión Sanitaria Sur Sevilla, en concreto en el centro de salud de Lebrija, y coordinadora de un pionero libro de recetas de platos tradicionales elaborados con productos de la tierra y adaptados a personas dependientes para las que la anorexia e, incluso, la desnutrición son serias amenazas. En el libro han colaborado sectores económicos y sociales de la localidad sevillana y el éxito está garantizado ya que la primera edición de 200 ejemplares se agotó antes de un mes y ahora está gestionando la segunda. Los beneficios de su venta están destinados a la asociación de Lebrija de familiares cuidadores (ALFACU), detrás de su publicación.

- Doscientas recetas tradicionales, adaptadas para personas dependientes recogidas en un libro dedicado a los cuidadores. ¿Se había hecho algo similar alguna vez?

Hasta donde yo sé, en la zona en la que trabajo, no tenemos constancia de que se haya realizado algo similar, aún siendo este tema de la nutrición un aspecto importante, que se trata de forma habitual en relación a las personas dependientes con los cuidadores/as.

- ¿Cómo surge la idea?

En uno de los talleres para personas cuidadoras, se me ocurrió que podía ser una buena idea compartir entre los cuidadores, sus propios conocimientos y experiencias en la cocina y transmitirlos al resto de personas cuidadoras. Se planteó compartir esas ideas de cada una por Whashap y finalizar editando un libro con la recopilación de todas esas recetas de cocina.

- ¿Qué podemos encontrar en el libro? ¿Cuál es su objetivo?

En este libro podemos encontrar la experiencia y conocimientos de personas cuidadoras, que cocinan intentando que sean platos nutritivos y saludables, adaptados a personas dependientes. El objetivo de este libro es conseguir que sea una herramienta o instrumento para aquellas personas cuidadoras, que cuidan de personas dependientes que pueden tener problemas nutricionales, como puede ser la desnutrición o la disfagia.

- ¿Cómo debe ser la alimentación de las personas dependientes?

La alimentación de todas las personas debe ser natural y saludable, pero las personas dependientes o con problemas de salud deben cuidar más su alimentación para prevenir o evitar complicaciones. Normalmente se suelen presentan problemas, como pueden ser la anorexia, que si no se trata, puede llevar a una desnutrición, la disfagia (dificultad para tragar), muy frecuente en personas con demencias o que presentan deterioro cognitivo y destacar también las alteraciones en la piel, en personas dependientes, que pueden necesitar para mejorar su evolución, un aporte extra de proteínas, para lo que es fundamental mejorar la alimentación.

- ¿La desnutrición es uno de los grandes síndromes geriátricos?

Si, las personas mayores suelen perder el apetito, por problemas de salud o deterioro cognitivo, y esto angustia mucho a su cuidador, resultándole muchas veces difícil plantear el menú diario.

- ¿Cuáles diría que son los principales errores que se comenten y que este libro puede ayudar a corregir?

Uno de los errores que se suelen presentar con frecuencia es que muchas personas por problemas nutricionales o de disfagia precisan dieta triturada y el cuidador le proporciona comida triturada sin más, que a veces no es del gusto de esa persona dependiente. En este libro destacamos que cualquier alimento puede ser triturado con líquidos y se puede espesar, mediante uso de espesantes, para que esas personas dependientes puedan continuar comiendo los alimentos que comían anteriormente y eran de su agrado. Otro aspecto importante para destacar es la presentación de los platos, ya que una buena presentación puede mejorar la alimentación de esa persona dependiente.

- ¿Cuáles son las claves de la alimentación de personas dependientes?

Una clave fundamental es dar de comer comidas saludables, caseras y elaboradas con mucho cariño. En personas dependientes que comen poco es importante destacar que hay que incrementar el número de tomas e intentar que, aunque coman poca cantidad, los alimentos sean muy enriquecidos y tomen un aporte extra de proteínas.

- ¿Qué tipo de formación se necesita para ejercer como cuidador? ¿Hay que tener conocimientos médicos, de geriatría, de psicología, de nutrición...? 

Para ser una buena cuidadora se deben tener unos conocimientos básicos sobre nutrición en mayores, teniendo en cuenta las características de la edad y las complicaciones que pueden surgir, tanto por un déficit como por un exceso de alimentación, o por tomar alimentos poco saludables. Por otra parte, es fundamental que conozcan signos y síntomas básicos de disfagia, para evitar complicaciones frecuentes como pueden ser el atragantamiento o las aspiraciones, que pueden provocar incluso ingresos hospitalarios por neumonías por aspiración.

- Las Enfermera Gestora de Casos (EGC) suelen organizar talleres de formación sobre temas relacionados con la nutrición. ¿Cómo se enfocan sus talleres y cuáles son los objetivos?

Las EGC deben organizar talleres o formaciones para personas cuidadoras, como parte de la atención a cuidadoras, que se presta desde el Sistema Sanitario Público de Andalucía. Entre los diferentes temas que se tratan en los talleres, es fundamental todo los relacionado con la nutrición y sus alteraciones, para prevenir complicaciones.

- Al otro lado, la dedicación y exigencia intensiva pueden comprometer notablemente la salud de la persona cuidadora. ¿Qué pautas reciben los cuidadores para afrontar el desgaste físico y emocional?

La atención por parte de las EGC a las personas cuidadoras, puede ayudarles a afrontar mejor el rol de cuidador. Se ha demostrado científicamente que las reuniones o relaciones entre iguales mejoran ese estado emocional y esa sobrecarga que experimentan las personas cuidadoras, por lo que es fundamental su asistencia a esos talleres o formaciones para obtener conocimientos y compartir experiencias y conocimientos entre iguales. Entre los objetivos, es fundamental que la persona cuidadora tome conciencia de la importancia de autogestionar sus propios cuidados para poder continuar con la tarea de cuidar, por lo que debe intentar buscar periodos de descanso de su tarea como cuidador. La mayoría de las personas cuidadoras centran su vida en los cuidados de su familiar y se olvidan de lo importante que es mantener su propio estado de bienestar, buscando el descanso adecuado para evitar el desgaste físico y emocional.