Ha tardado en llegar, pero 365 días después, la Feria del Mediodía ya está aquí. Es la reunión favorita por los almerienses. La más cercana, la del centro, la del sol, la música, la comida y el buen ambiente. Arrancó en la Plaza de la Constitución (Plaza Vieja), con el protocolario corte de cinta y diversas actuaciones musicales flamencas. El alcalde de la capital, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, fue el encargado de llamar a los ciudadanos al festejo: "Es la Feria de los encuentros en la calle, de las risas, de las casetas, de las cabalgatas y de los conciertos. La Feria del Mediodía nos invita a todos los almeriense a compartir momentos irrepetibles. Es nuestra fiesta, la de cada rincón del centro y la que está abierta al resto de pueblos de Almería, de España y a los turistas, que se sienten como en casa con esta celebración. En estos días se aplaza la espiral de la crisis".

Después, llegó el turno para los ambigús. Los puestos que hacen de esta celebración lo que realmente es. Su gastronomía, la almeriense. La tapa preferida, las migas. Pero no falta la paella, la morcilla, el chorizo, las salchichas, lomo, hamburguesa, jamón, queso, sardinas o chistorra.

El primer día siempre es el de las familias. Almerienses de la capital y de los pueblos se acercan a los ambigús para compartir momentos junto a sus seres más cercanos, pero también es el de los amigos que no perdonan esta celebración. Hay parejas, como cada día, pero el mayor número de estas se concentrará entre semana.

Pero el Mediodía no sólo se vive en los ambigús. Hay otra Feria, la de los pubs y la de los hogares. En las primeras se reúnen aquellos que no quieren faltar a su cita semanal con el local al que asisten asiduamente que, eso sí, siempre se viste de gala en estas ocasiones. También hay encuentros en las casas. En estas fechas de algarabía, hay quienes reciben a seres queridos a los que no tienen la fortuna de ver durante el resto del año. Toda Almería, en sí, está de Feria.