Coprohníjar cumple 35 años y lo hace con un claro objetivo: mantener lo que se ha conseguido en todo este tiempo, tratando de mejorar los resultados obtenidos en el último año.

Y es que la última campaña ha tenido para Coprohníjar bastantes altibajos. A un otoño e invierno con mejores precios en tomate que el año anterior, si bien la producción fue ligeramente inferior, le siguió una primavera en la que faltó mucha producción de sandía, a pesar de que esta tuvo buenos precios.

Por eso, mejorar esta última campaña es el gran reto para una compañía que comenzaba hace 35 años con cercad e 60 agricultores, produciendo 5 millones de kilos y facturando lo que hoy serían 3 millones de euros, y que ha ido creciendo poco a poco, dando pequeños saltos, aumentando en número de socios e instalaciones y llegando al día de hoy con dos instalaciones, una para convencional y otra para ecológico, y un volumen de facturación que sobrepasa los 60 millones de euros.

Además, se cumple el 30º aniversario de la primera sandía sin semillas, ideada por Coprohníjar en un proyecto desarrollado conjuntamente de la mano con Anecoop.

Para el nuevo curso no se vaticinan importantes novedades en Coprohníjar. “Es complicado que salga una nueva variedad que supere lo que ya tenemos”, explicaba Juan Segura, presidente de Coprohníjar hasta hace apenas un par de semanas. “Este año vamos a mantener lo que tenemos pero también vamos a ir viendo, de la mano del departamento técnico, si sale algo, pero es complicado”, reconocía.

Antes de su relevo en la presidencia por Francisco de Ves, Segura añadía que “no soy partidario de marcar objetivos, porque cualquier objetivo que te marques se puede venir abajo en media hora por cualquier circunstancia, ya sea una caída del mercado o factores climatológicos”. Por ello, “siempre insisto en que tenemos que mantener lo que tenemos, no dar un paso atrás, y a partir de ahí luchar para ir mejorando un poco todo lo que se pueda y lo que hemos conseguido”. En 35 años de trayectoria, ha sido mucho.