Mercado inmobiliario

El precio de la vivienda bajará en Almería el 1,2% en 2020 y el 0,8% en 2021

  • Así lo refleja un estudio de la tasadora Euroval

  • En 2022 prevé que se estabilizará

Una pareja observa anuncios de venta y alquiler de inmuebles.

Una pareja observa anuncios de venta y alquiler de inmuebles.

La pandemia de la COVID-19 va a suponer un freno temporal a la recuperación del valor de la vivienda almeriense que, desde 2015, venía mostrando una progresión creciente. Al menos habrá que esperar a 2023 para que el mercado residencial de Almería se reencuentre con su senda alcista. Esta es la principal conclusión que se desprende de una proyección realizada por la tasadora Euroval y su Instituto de Análisis Inmobiliario (INSTAI) a partir de un modelo predictivo de cuatro variables clave en la formación del precio de una vivienda: el tipo medio bancario, el stock residencial existente, la tasa de empleo y la propia evolución de los precios residenciales.

De acuerdo con los datos del modelo desarrollado por Euroval y el INSTAI, los precios de la vivienda en Almería registrarán previsiblemente un moderado retroceso que se prolongará hasta finales de 2022. En todo caso, será un ajuste muy limitado, de solo un 2,2% para los tres años analizados y que contrasta fuertemente con el proyectado para el resto de las provincias andaluzas, que oscila entre el -10% de Huelva y -13% de Jaén. De esta manera, y tomando como referencia el precio medio de la vivienda correspondiente al último trimestre de 2019, que en Almería (capital más provincia) fue de 1.130 euros/m2, Euroval y el INSTAI estiman que este precio retrocederá un 1,2%, hasta los 1.116 euros/m2, este año, un 0,8% (1.108 euros/m2) en 2021 para estabilizarse en los 1.105 euros/m2 en 2022.

A fecha de hoy y con la información disponible no resulta posible concretar cómo afectará el nuevo contexto provocado por la pandemia de la COVID-19 ni a cada uno de los diferentes mercados territoriales de Almería (capital, costa e interior), ni a las diferentes tipologías (vivienda principal vs turística y nueva vs usada). En opinión de Alejandro Belchí, analista Principal del INSTAI, “cabe suponer que el efecto negativo sea menor en la vivienda nueva, puesto que seguirá desarrollándose conforme a la previsión que tenía antes del parón de la actividad económica. Como además se trata de operaciones que en su mayoría ya estaban precontratadas es difícil que registre variaciones significativas, al menos en el corto plazo”.

La situación será muy distinta para el caso de la vivienda usada, que además supone en torno al 80% del volumen total de compraventas en Almería. “La caída de sus compraventas ya es un hecho, con independencia de que este dato no pueda extrapolarse, ya sea a la totalidad del conjunto territorial de Almería o a los tres años de nuestra proyección. No obstante, cabe suponer que el sesgo negativo en los precios será menos intenso en aquellas zonas donde la demanda internacional sea significativa y más acusado dependiendo del tamaño de la población”.

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