Innovación Empleo

Personas con discapacidad, 'héroes' familiares ante la crisis

  • Un 33,5% de las personas con discapacidad tiene responsabilidades familiares: la mitad de ellas saca adelante sola a su familia · Un 53% de los que conforman este colectivo está en situación de desempleo

Hace casi un mes se celebraba el Día Internacional de la Familia, conmemoración que ha invitado a la Fundación Adecco a reflexionar sobre las familias que más dificultades están atravesando en tiempos de crisis. No hay que olvidar que en el primer trimestre de 2012, los hogares con todos los miembros en paro alcanzaba la friolera cifra de 1.728.400.

En este sentido, la fundación ha querido detenerse en un grupo que habitualmente encuentra más dificultades tanto en su vida personal como en la laboral: las personas con discapacidad, y más en concreto, aquellas que tienen responsabilidades familiares.

Para ello, se ha realizado una encuesta 150 personas con discapacidad de Almería, con edades entre los 18 y 60 años, de los cuales, un 33,5% cuenta con responsabilidades familiares. La mayoría de ellas son mujeres (62%), y la discapacidad más habitual es la física (75%), seguida de la sensorial (18,2%), la orgánica (3,8%) y la psíquica (3%). Asimismo, la mayoría tiene entre 36 y 45 años (69,4%), seguido de un 22%% que tiene más de 45 años y un 8,6% que tiene entre 18 y 35 años.

Para más de la mitad (65%), las responsabilidades familiares no compartidas más habituales son los hijos, seguidos de los padres, con un 20%. Por otra parte, un 15% afirma que su pareja depende económicamente de él o ella.

"¿Quién subestimó las capacidades de las personas con discapacidad?", cita el informe de Adecco, en esta línea se centra en el grupo de las que tienen responsabilidades familiares. Las cifras hablan solas: casi la mitad estas personas con discapacidad son el único sustento de la economía familiar, bien porque su cónyuge está en paro (90%) o bien porque no tienen pareja ni ninguna persona cercana en quien apoyarse (10%).

Así pues, nos encontramos con que un 47,6% de las personas con discapacidad, con responsabilidades familiares, no comparte éstas con nadie y son el único sostén de la economía doméstica. A la luz de estos resultados, queda patente que las personas con discapacidad son una fuerza laboral de incuestionable valor en tiempos de crisis.

Este último caso es el de Francisca García Caballero, vecina de La Mojonera. Padece una discapacidad física, concretamente en su brazo derecho, si bien ella es autónoma y no depende de ayuda para realizar su tarea diaria. Tiene 36 años y dos hijas de 10 y 13 años. Hace dos meses que se sumó a la plantilla del semillero Cristalplant, donde trabaja desde las ocho de la mañana a la una de mediodía y de cuatro a siete de la tarde. No comparte sus responsabilidades con nadie y es el único sustento del hogar. "Te tienes que enfrentar y luchar día a día", señala Francisca. Antes de trabajar en el semillero tenía experiencia en almacenes agrícolas entre otros trabajos, pero quedó en paro. Contaba entonces con 426 euros de ayudas sociales y 150 euros de pensión que le pasaba su exmarido para mantener a sus hijas. En total 576 euros para hacer frente a pagos y alimentarse tres personas. Ahora esta cantidad ha aumentado algo; su salario ronda los 700 euros y no cuenta con ayuda de ningún tipo, pero "necesitaba trabajar". Este dinero apenas llega para necesidades básicas como comer, ya que después de que le quitaran su casa actualmente paga 300 euros de alquiler, otros tantos para el coche, que necesita para ir a trabajar o como ella señala "para ir al médico si mis hijas enferman" y 100 euros para el resto: pagar facturas de agua y luz, alimentación...

Las horas que no trabaja las dedica a sus hijas y hacer trabajillos tipo costura para sacarse algún dinerillo extra. Una de las experiencias que más le ha defraudado en este tiempo es el comportamiento de la administración, en este sentido, se llevó un batacazo cuando una asistente social 'amenazó' con quitarle sus hijas si no podía hacer frente a sus pagos, algo que le dolió mucho puesto que son lo que más quiere y la principal causa de su lucha diaria.

Ligeramente la suerte acompaña a Francisca por el hecho de haber conseguido un puesto de trabajo, pero uno de los aspectos más preocupantes es que, a pesar de ser el único sostén económico, un 53% de las personas con discapacidad con responsabilidades familiares no compartidas, se encuentra en situación de desempleo y más de la mitad de ellas (51%) lleva más de un año sin trabajo, es decir, es de larga duración. Dentro de las personas sin trabajo, la mayoría (45%) no está cobrando el paro, frente a un 8% que sí recibe esta prestación.

El caso opuesto o como el de Francisca, es que un 53% de las personas con discapacidad con responsabilidades familiares no compartidas sí tiene empleo actualmente, casi todos ellos a jornada completa (60%), frente a un 40% que trabaja a tiempo parcial.

Dentro del grupo de los que tienen jornada completa, el 65% demanda más medidas de conciliación, frente al 45% que está satisfecho con las actuales, siendo el horario flexible (80%) y la jornada intensiva (70%) dos de las medidas más habituales.

Es de destacar el hecho de que un 31% de las personas con discapacidad y responsabilidades familiares, que trabaja, no ha comunicado su discapacidad a la empresa, bien porque no ha surgido (20%), o bien por temor o inseguridad (11%).

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