"Corría el verano del año 1982 cuando ET aterrizó en nuestras vidas, en una de las películas más emotivas de la historia del cine.

Cuando se vive con cuatro muebles desvencijados, y sin apenas condiciones de habitabilidad, cuerpo y mente se acaban acostumbrando.

Es, junto con Pedro Almodovar, el único español que ha ganado dos Premios Oscar de la academia.

Es la película que todo el mundo en Hollywood desea rodar pero nadie quiere financiar.

En la estepa Siberiana podemos encontrar con ciudades creadas en la primera mitad del siglo XX en torno a una mina que dan pavor.

Una maquinaria engrasada a la perfección, en un espacio amable y a escala humana.

Eras, antiguas estaciones, canales o pequeñas centrales están esperando a que alguien pose sobre ellos su mirada.

El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón.

Generamos una apego casi ridículo por escenarios de cartón piedra.

El carácter atemporal de la arquitectura del movimiento moderno basa sus principios en la búsqueda de una pureza ajena a los artificios.