La Galería de Arte Javier & Trino Tortosa inaugura  mañana viernes, 7 de febrero, a las 18 horas una magnífica exposición de arte donde se presentará por primera vez ante público y crítica, el dibujante almeriense Antonio Lorenzo Oller, arropado por piezas de los escultores Rafael Heredia y Enrique Ibarra. Todo aquél que visite la sala sita en la calle Concepción Arenal 20, disfrutará de obras contemporáneas donde la originalidad y la creatividad de estos tres artistas, hará las delicias de los amantes del Arte con mayúsculas.

Antonio Lorenzo Oller nacido en Macael en 1973 pero afincado en Tíjola, este joven artista nació con el don de dibujar. Desde muy pequeñito ya jugaba a dibujar a sus compañeros de colegio, a sus familiares , a su madre, viendo ésta en su hijo, una destreza y maestría más que sobresaliente.

Autodidacta por vocación, nunca asistió a clases de dibujo ni tuvo ningún protector que le ayudara, tan solo su trabajo y esfuerzo diario han hecho que este dibujante aprendiz, se haya convertido hoy día en toda una referencia nacional. Estudioso, perfeccionista, minucioso, buscador siempre del límite que separa la realidad de la ficción,

Antonio Lorenzo Oller muestra con su gama de blancos y negros, obras que difícilmente se podrían diferenciar de una fotografía. Estamos sin duda alguna ante uno de los más firmes valores del arte contemporáneo español. En palabras del propio galerista Javier Tortosa, " un diamante en bruto”.

Rafael Heredia y Enrique Ibarra son escultores que tienen a sus espaldas infinidad de exposiciones, premios, reconocimientos y un sin fin de  trabajos repartidos por medio mundo. Rafael Heredia en esta ocasión mostrará 8 obras cerámicas relacionadas con el mundo del toro desde su muy singular visión y dos de sus famosas "cabezas" que realiza con Gres cerámico patinado y donde las viste con recortes de viñetas del famoso cómic de Tin Tin, haciendo un guiño al 90 aniversario de la primera publicación de dicha editorial (1929).

Enrique Ibarra, por su parte, trabaja el mármol de una manera única y espectacular, donde su imaginación, su mundo interior, su yo más intimista, fluye a la hora de esculpir tan bella roca metamórfica tan conocida y admirada en nuestra tierra.  Sus obras hacen viajar, volar con él, con su mundo más artístico y místico al mismo tiempo. Es capaz de ver en un rectángulo geométrico de más de 200 kilos, una espiral concéntrica donde al contemplarla, te atrapa su esencia más visceral.*