Música

Café Quijano abarrota de público el Auditorio con sus baladas y rock canalla

  • Más de dos horas y media en las que los hermanos Manuel, Raúl y Óscar compartieron sus historias sobre el amor y la vida con sus fans

Café Quijano compuesto por los hermanos Manuel, Raúl y Óscar ofrecieron un excelente repertorio.

Café Quijano compuesto por los hermanos Manuel, Raúl y Óscar ofrecieron un excelente repertorio.

Veinte años no son nada, y dos menos aún. Si Manhattan se considera, dos décadas después, la segunda parte del célebre y mítico disco La Taberna del Buda, el concierto del Auditorio fue el reencuentro de un público entregado, el mismo que en 2022 coreó sus canciones también en el Auditorio. Fue una liturgia de amor, alegría y pasión por la buena música, entre los hermanos Manuel, Raúl y Óscar, y sus seguidores. Un recorrido por las canciones del último disco que ya forman parte de su playlist favorita, como La Jamaicana, Alma Negra o Manhattan, y sobre todo para rememorar los himnos que les han acompañado a lo largo de su vida, tales como La Lola, Tequila, La Taberna del Buda, Perdóname, Cerrando bares o Te matan los celos. Un concierto que forma parte de la programación de primavera del Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.

Además de buenos músicos, ‘Café Quijano’ son unos contadores de historias, principalmente de amor, aunque como insiste Manolo, “no las hemos protagonizado, aunque alguna de ellas ya nos hubiera gustado”. Realmente durante el concierto confiesan que algunos de estos episodios sí los han vivido en primera persona… Realidad o literatura, el caso es que la banda tiene una legión de seguidores que les han acompañado a lo largo de estos 27 años, a los que entregan cada cierto tiempo dos horas y media de amor y grandes temas.

El concierto se dividió en dos partes, en la primera quisieron brindar homenaje al bolero clásico, al que han dedicado sus últimos tres discos. Vestidos con un formal traje, cantaron con elegancia y seducción boleros que enamoran, donde se cuentan historias de amor y algún desamor: Qué más da, No me reproches, Qué será de mí, Te matan los celos, Cuatro palabras, nada más, Me enamoras con todo, y Robarle tiempo al tiempo, acompañado con los aplausos del público.

Junto al trío Quijano, una excelente banda de cinco músicos, con guitarras, teclado, viento y una importante base de percusión, que se lucen en el interludio, mientras Manuel, Raúl y Óscar se cambian para regresar al escenario con un atuendo más rockero, con el fin de interpretar sus temas más gamberros y taberneros, esa imagen y canciones que les llevaron a lo más alto, y que recuperan en Manhattan.

A lo largo de la noche realizaron un viaje por su historia musical, aderezada con su último disco. Con Tequila comenzó el cambio de tercio, que siguió con Cerrando bares, Las llaves de Raquel, De sol a sol, Alma negra (dedicada a esas personas falsas y sin escrúpulos), Quiero, Sólo te puedo decir, La Jamaicana, Dame de esa boca, La vida no es la, la, la, recordaron el canto que compartieron con Joaquín Sabina No tienes corazón, Manhattan y concluyeron con una extensa, y esperada La Lola, coreada por el público, la canción que les lanzó a la fama internacional.

Café Quijano demostró en el escenario del Auditorio Maestro Padilla que siguen en plena forma, tanto vocal como musicalmente, y han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia.

La alegría del público se veía en sus rostros, que ya de pie, disfrutó y bailó con los cuatro bises que regaló la banda, Perdóname, Desde Brasil, Nada de ná y La Taberna del buda. Más de horas y media de una banda que forma parte de la historia musical española y de la vida de muchos de los asistentes.

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