Encontrar a 25 tipos que sepan patear un balón y representen a Brasil con la dignidad y eficacia de sus cinco Copas del Mundo entre los 215 millones de personas que habitan el país en un principio no parece una empresa complicada. La selección se hace más costosa si se trata de hacerlo entre los 3.485.152 habitantes de Uruguay, de los que, además, 1.800.620 son mujeres, el 20,24% tiene menos de 14 años y el 2,35% son inmigrantes. Pero con todo, este país organizó el Mundial de 1930, el primero de la historia y lo ganó, y se anotó el de 1950 después de escribir una de las páginas más sorprendentes del fútbol mundial con el famoso Maracanazo. Los que visten la camiseta celeste, además, son el combinado nacional que más Copas América ha ganado, (15) y tienen dos oros olímpicos y eso contrasta, y mucho, con su escasa población. Valdano, siempre ocurrente, ha definido a Uruguay como "un país con porterías". Y la fuerza de los hechos le dan la razón. En un país tan pequeño, uno de cuatro de sus habitantes, un total de 65.000 uruguayos, entre 6 y 13 años, juegan al fútbol, el baby fútbol y hay más de 600 clubes de niños. El fútbol es el deporte que define la identidad personal y en Uruguay forma parte de su identidad nacional. Este periodista, por estas razones y otras, iba con los de Diego Alonso en su partido contra la Portugal de Cristiano. Además, Eduardo Galeano es uno de los escritores a quien más he leído y he saboreado mucho sus libros. Este periodista uruguayo colgó de la puerta de su casa un cartel donde se podía leer: "Cerrado por fútbol" antes de un Mundial y luego fue el título de uno de sus libros dedicados a una de sus grandes pasiones y creía que este deporte expresaba "emociones colectivas". Por eso me apenó su derrota como un charrúa más.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios