El dinero es importante, pero también confunde y distorsiona. Atrae a amigos de pegolete, mientras que la pobreza los selecciona. Da para comprar coches, pisos e incluso mujeres, pero eso no quiere decir que se compre la velocidad, un hogar o el amor. Se puede traer el talento, pero la categoría es otra cosa. Hay muchas que no se pueden comprar. La UDA ha tirado de chequera y ha sido el segundo club que más ha invertido en fichajes. Ha realizado operaciones de compra por más de 50 millones de euros. El tiempo dirá si ha sido un gasto o una inversión con retorno como los 46 millones ingresados en las operaciones de venta. El balance es positivo en lo económico y negativo en lo deportivo, hasta el momento. Después de ímprobos esfuerzos, los rojiblancos son el peor equipo de Primera y el más goleado junto con el Granada. Una condición, la de farolillo rojo, nada decorosa. Porque no es lo mismo ver que mirar ni oír que escuchar y se puede tener mucha cabeza y muy poco conocimiento. Ocurre lo mismo con el valor y el precio. Hay quien los confunde y se confunde. Lo dijo Antonio Machado: “El necio confunde valor y precio”. Y no son lo mismo. El mejor negocio del mundo en Argentina es comprar a un argentino por lo que vale y venderlo por lo que dice que vale. Los fichajes, con la excepción acaso de Sergio Arribas, se han encargado de demostrar que su valor está muy por debajo del precio que han pagado por sus servicios. Se me podrá advertir que restan 30 jornadas y que los balances hay que hacerlos al final. Es cierto. Pero tengo la impresión de que a algunos se les va a ir el caballo entre que ensillan y montan. Y la Liga no espera a nadie. Esto es fútbol, papá!, que diría el ínclito Pepe Bordalás.

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