Carta del Director/Luz de cobre

Agencia de asesores y colocación

La elección de asesores tiene un coste político que los partidos no deben desdeñar. Los ciudadanos toman nota

Jamás pondré en duda el trabajo que realizan los asesores de los partidos políticos en las administraciones. Una ocupación, callada, silenciosa en todas las ocasiones y básica para el cometido de proyección, mantenimiento, corte y confección de las fuerzas políticas que nos representan. Algunos, sin embargo, se han empeñado en poner en duda la labor, bien remunerada por cierto, de aquellos que se pegan como lapas a alcaldes, concejales, diputados y demás fauna política. Un caso reciente lo tenemos en el primer edil de Albox. El sólo, con un concejal y los funcionarios, han sacado adelante el Ayuntamiento, dejando en evidencia a los anteriores gestores, hasta el punto de que los ciudadanos lo han premiado con una holgada mayoría absoluta en las urnas. Todo un toque de atención para aquellos que osan buscar en la política el lugar perfecto para medrar y vivir una legislatura con menos sobresaltos que una tapa de panceta en una barbacoa. Recuerdo hace unos años como un diputado provincial del PP dejó su puesto a otro compañero tras las elecciones. No le importó mucho el relevo, pues tenía asegurado un puesto de asesor. Cuatro legislaturas después lo dejaba por jubilación. Algún dirigente del partido ironizaba con el caso, asegurando que no entendía como este hombre, gris y plano donde los hubiera, sin jamás elevar el tono de voz, callado, casi escondido entre bambalinas, había logrado sobrevivir y mantener el sueldo durante tantos años sin que nadie, ninguno de sus compañeros, reparara en él. Por lo visto cobraba cada mes de forma religiosa, sin fallo, aunque nunca se le vio en acto del partido, trabajo en una campaña y, lo que es más importante, en tarea alguna que tuviera que ver con el área a la que estaba adscrito. Vamos, un profesional del escaqueo. Ahora nos encontramos con el anuncio del Partido Socialista de llevar a los tribunales la designación de asesores del Ayuntamiento. De los 27 que la ley permite, a los hombres y mujeres de Adriana Valverde el Partido Popular los ha "chuleado", permítanme la expresión, al dejarlos sólo con tres. La respuesta ha sido inmediata: Grito en el cielo y denuncia al canto, a la espera de que se corrija el desaguisado, que los deja a ellos con escaso margen de maniobra, no sólo para el trabajo diario, sino para situar a aquellos peones que han quedado fuera del juego tras las municipales. Desconozco quién o quiénes han asesorado al alcalde en esta cuestión. Pero se ha equivocado. Del Ayuntamiento nunca debe hablarse por el reparto de cargos. Son cosas internas de las que el ciudadano toma nota y luego suele pasar factura. Bien haría en buscar cuanto antes un acuerdo, cerrar el caso y gobernar la ciudad. Los problemas que padecen los almerienses son mucho más importantes y nos acucian más que el futuro de unos asesores, ahora en paro, que presionan, un día sí y otro también con el conocido qué ¿qué hay de lo mío?

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