La tapia con sifón

Canto a mi mismo

Así que yo también me ha adaptado y la octava edición de mi libro "Vivir para comer en Almería"

En el congreso Madrid Fusión celebrado esta semana, Elena Arzak ha dicho que "a la gente le gusta hacerse la foto". Las fotos, porque se hacen la foto para que se vea que han estado allí y el fotorreportaje del menú. Supongo que para acordarse, cuando lo importante es el recuerdo que te deja la comida que elaboran estos genios. Eso no hay foto que lo refleje. Recuerdo como si fuera ayer mi primera comida en Arzak allá por 1986, sobre todo un rape nacarado, tan distinto de los pescados demasiado hechos que eran la norma general. O un saquito de verduras en pasta brick que luego ha sido imitado hasta el aburrimiento. O los suculentos raviolis de changurro… Empezamos el almuerzo en un comedor casi vacío, a pesar de que ya tenía dos estrellas Michelín (en España nadie tenía tres). A los pocos minutos se triplicó el número de comensales gracias a dos grupos nutridos de franceses. Todavía no había móviles. Tampoco los observé en mi (por ahora) última comida en Arzak a principios de este siglo, aunque esta vez sí estaba a reventar, ya llevaban bastantes años con el libro de reservas a tope. Ahora hay que reservar con meses de antelación y, según lo que dijo Elena, deben estar tan "flasheados" como el Guggeheim o el Urumea con el Kursaal al fondo. O Venecia con tres palmos de agua, que ya hay que ser imbécil. Y un coñazo, pero el negocio tiene que adaptarse a los hábitos del cliente.

Así que yo también me ha adaptado y la octava edición de mi libro "Vivir para comer en Almería" ha salido con fotografías, por primera vez en sus casi treinta años de andar por las librerías. Son dos docenas largas de estupendas fotos de Carlos de Paz sobre platos y productos. Los platos fueron confeccionados en la Escuela de Hostelería y la edición es del Instituto de Estudios Almerienses, que ya publicó la 3ª y la 4ª ediciones en los años noventa. El capítulo de agradecimientos se incrementa con la Librería Zebras donde haremos una presentación el sábado 25 a las doce. Habrá degustaciones de tres productos almerienses de primer nivel de calidad: aceite Castillo de Tabernas, vinos Cepa Bosquet y quesos de Seronés. Y gracias a los lectores que han agotado las otras siete ediciones. Ustedes dispensen la autopromoción pero, como decía Walt Whitman, "me canto a mí mismo. / Y lo que me atribuyo, también quiero que os lo atribuyáis".

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