''El Chico', de Chaplin, cumple cien años

Narra la historia de una madre que se ve obligada a abandonar a su bebé recién nacido

No me hubiera perdonado nunca dejar pasar este cumpleaños. Me considero un eterno seguidor de Charles Chaplin, de su parafernalia y puesta en escena. El cómico británico se enteró de que su célebre personaje del vagabundo del bombín, bastón y bigote en medio mundo le llamaban Charlot (en el otro medio le llamaban Carlitos) en 1921, cuando viajó a Europa para el estreno de "El chico". Película que el 6 de febrero ha cumplido cien años de su primera proyección en los EEUU, rejuvenece en esta versión restaurada, es el primer largometraje de Chaplin en su filmografía oficial, y es también la primera en la que el autor mezcla comedia y drama. "El chico" fue también la primera en lanzar al estrellato al niño James Coogan, con una sobresaliente y espontánea interpretación que le valieron fama y dinero, que bien se encargaron de derrocharlo su madre y su padrastro. Después solo se le recuerda en su papel de Tío Fétido en "La familia Adams".

Narra la historia de una madre que se ve obligada a abandonar a su bebé recién nacido. Un niño que, tras pasar por distintos avatares, termina en los suburbios de un barrio, en manos de un vagabundo que lo adopta como hijo. La película fue un gran revés al puritanismo estadounidense que condenaba sin juicio previo a las mujeres solteras.

Descaradamente tiene tintes autobiográficos, ya que la prematura muerte de su padre y el continuo internamiento de su madre en hospitales psiquiátricos motivó que Chaplin creciera en varios orfanatos y muy lejos del lujo del que se rodeó años más tarde. La cinta "El chico" considerada en 2011 "cultural, histórica y estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso de EEUU, acumuló grandes anécdotas y una de las últimas ha sido en nuestro país: un vecino de Madrid aprovechó un blanco tejado que dejó la nevada del temporal Filomena para proyectar este clásico del cine ahora más fresco y juvenil que nunca al cumplir cien años. Después de ser candidato al Premio Nobel de la Paz o de recibir la Orden del Imperio Británico y el título de Sir de manos de la reina Isabel II, Chaplin murió en su exilio suizo el día de Navidad de 1977. Apenas unos meses antes había ido al circo, y había recibido las "narices rojas" de todos los payasos como signo de su título más preciado: el cómico entre los cómicos. Él sabía que el reconocimiento no era para Chaplin, sino para el viejo Charlot.

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