Tal vez tenga usted algún amigo/amiga que pasara parte de sus años de escolar con la mano izquierda atada a una silla. Este "pedagógico" sistema se utilizaba en las escuelas y colegios de antaño, principalmente de carácter religioso, para evitar que zurdos escribieran con su mano más fuerte; los castigos y las acusaciones de tozudez eran parte inherente de la "terapia".

Los zurdos suponen algo más de 15% de la población y ven el mundo desde otra posición. Se enfrenta a diario a un mundo pensado y diseñado para diestros. La destralización, o predominio diestro, es prácticamente universal; solo se sabe de una tribu de zurdos: los taymir, del ártico ruso, que representan un 75% de la población.

La capacidad intelectual y manual de zurdos y diestros es la misma, aunque la carencia de objetos diseñados para ellos pueda hacerles parecer torpes.

Grandes celebridades de la historia han mostrado su zurdera: políticos como Barack Obama, deportistas como Leo Messi, estrellas de Hollywood como Marilyn Monroe. Y, sobre todo, grandes músicos Beethoven, Paul McCartney, Lady Gaga, Kurt Cobain o Jimi Hendrix, un guitarrista imbatible que revirtió el orden de las cuerdas de su guitarra para adaptarse a su mano buena, etc.

Por cercanía tengo un caso muy significativo. Desde una clínica dental me recuerdan que los odontólogos zurdos han tenido que adaptarse en un sillón dental con todo ubicado en el lado contrario al suyo. Lo mismo ocurre a los fotógrafos profesionales: el disparador de las cámaras está en la derecha con lo que debe acostumbrarse ya no tanto al botón disparador sino a la propia sujeción del dispositivo con una mano que no suelen dominar.

Para darle "carácter" a esta suelto, echo mano de la neuropsicología, y ésta me dice: "Los zurdos no son más inteligentes, lo que pasa es que hay un porcentaje que sí que puede tener capacidades distintas".

Ya que el marketing segmenta cada vez más al público, sorprende la falta de consistencia del comercio para zurdos, por lo cual se demuestra que las tiendas especializadas para ellos no cuajan por falta de demanda, ya que se trata de unos productos más caros.

Hace unos años en España ser zurdo era un estigma. Por suerte, en la actualidad, ser zurdo no es ningún problema, a no ser que se sienten un diestro y un zurdo, uno al lado del otro, a la hora de comer. En este caso, el choque está asegurado.

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