Portadas y páginas recogen cada año con cierto esmero y análisis periodístico las inversiones que los Presupuestos Generales del Estado traerán a la provincia de Almería. Los partidos, en su afán por instrumentalizar las cuentas como todo lo que tocan, disparan contra los números y partidas como si tuvieran algo de verdad. Y lo cierto es que la inversión real está a años luz de lo presupuestado que suele quedar en papel mojado. La radiografía de las inversiones entre los años 2000 y 2020 en la provincia evidencia un abismo entre lo anunciado y prometido y lo que finalmente se gastó. Más de 1.500 millones del AVE se esfumaron, al igual que las asignaciones millonarias que recibieron proyectos que han desaparecido como los accesos al Puerto. Almería es tierra de cine y se ha venido tragando el guión de ciencia ficción de los sucesivos gobiernos, sin diferencias entre signos políticos, porque hasta la fecha nadie ha reparado en la investigación del grado de ejecución. Este medio ha puesto los puntos sobre las íes y ya cada cual que saque sus conclusiones sobre las cuentas de la lechera.