El escritor revenido

El escritor revenido sufre pero hace sufrir; no es consciente de su dolor y por ello se considera una víctima

Me encantan las palabras andaluzas o a las que se le da un toque semántico de esta comunidad. En mi tierra “revenido” mas allá de una bajada térmica, tal como dice el concepto real, es una persona en fase de caída emocional cuando dicha caída lleva connotaciones negativas tal como la envidia o la ira. Un escritor revenido podría ser entonces un escritor envidioso o obsesionado, en definitiva contaminado. También podría ser aquel que tuviera el Mal de Montano o una versión del mismo en la que el autor confunde la realidad con la ficción en un microcosmos en el que la razón está de parte de sí mismo y donde la injusticia es una palabra recurrida para describir su circunstancia personal.

Estar revenido en el mundo de las letras es algo peligroso. Con el tiempo el estrés genera un problema de salud. No hay que confundirlo con un escritor maldito, porque es otra cosa. Amen de las diferentes acepciones un escritor maldito es alguien con mala reputación siempre que la misma nos dirige a la vida de una persona atropellada por su destino o a la de un antisistema. Un escritor revenido se diferencia de este porque no busca oponerse a nada y su devaluación cultural no es fruto de su mala reputación. Al contrario el revenido pretende seguir las normas de la industria para publicar con la salvedad de que no publica. Un escritor maldito si publica aunque no para el gran público y su obra se le toma de referencia incluso en el caso de considerarla una antiobra. Tampoco pude considerarse revenido a un principiante o a un mediocre.

Ninguno de estos sufre o genera negatividad, y tampoco considera que el mundo cultural teje un complot contra él. El revenido siempre tiene un componente de paranoia porque se considera víctima. En realidad su actitud es una actitud moral que anhela una justicia que solo existe en su imaginación. Revenirse es lo contrario de sublimarse o mejorarse; sería encerrarse en si mismo y negarse a crecer en beneficio de su sistema de creencias. Por otro lado un elemento común a estos es su mal carácter. Suelen alterarse con frecuencia cuando los comentarios de sus obras no son satisfactorios. Además son muy críticos con los trabajos de los demás hasta el punto de hacer acoso y derribo contra ellos hasta la aniquilación. Por lo general no son conscientes de su agresividad verbal porque esta enmascaradas en un microcosmos de victimismo.

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