La fiesta de los abuelos

Los abuelos se han convertido en la gran guardería nacional, gratuita, callada

El papel que juegan los abuelos dentro de las familias españolas ha variado con el paso de los años debido a diversos factores como son el incremento de la esperanza de vida, la maternidad tardía, la falta de conciliación laboral o la fatídica crisis económica.

El domingo, 26 de julio, desde hace más de veinte años, se celebra el Día Internacional de los Abuelos y en España se rinde un homenaje a la labor, poco reconocida, de nuestros mayores, de los abuelos. Ésta fiesta ha de ser un día hermoso para el encuentro familiar, por lo que se ha de entender que, en su celebración, han de participar abuelos, padres y nietos. Una buena oportunidad para rendir un homenaje al papel irremplazable que juegan en la atención y el desarrollo feliz de los nietos.

El cariño, la comprensión y la compañía son la trilogía de las "C" que necesitan las personas mayores y que hay que darles para que se sientan satisfechos. El cariño, en la acepción de afecto, voluntad, amor, como expresión de un sentimiento. La comprensión, como perspicacia para entender las cosas, penetrando en la interioridad de su deseo, para darles el ánimo que precisan puntualmente. Y, por último, la compañía en el sentido de permanecer unidos a una persona, para evitar la sensación de angustia que suele provocar la soledad.

Los abuelos se han convertido en la gran guardería nacional, gratuita, callada, sin otro reconocimiento que el que les dan sus nietos con su simple presencia. Deberíamos pararnos a cuantificar esta contribución silenciosa a la marcha del país; cuánto empleo femenino facilita, cuántas hipotecas familiares firmadas sobre la seguridad que se puede hacer frente a ellas, cuántos viajes que no podrían realizarse si no fuera porque "hemos dejado a los niños con los abuelos". No son pocas las ocasiones en las que para "quedarse con los nietos" han de alterar su propia rutina y renunciar a su tiempo de ocio, o tertulia o, simplemente, a sus momentos de descanso. Su compensación externa solo les llega, y no siempre, de las palabras agradecidas de sus hijos y del cariño de los pequeños. Con eso les basta.

Por mi parte, Paula, estaré a tu lado hasta que me llamen para hacer el camino de vuelta. Nada será más hermoso. Tú, que vas a nacer en unos días, serás bienvenida y prepárate para que el trayecto que tengas asignado sea fructífero para ti y para quienes tenemos y tengan la suerte de caminar a tu lado.

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