El medio y el ambiente

Una idea para simón

Y desde mi punto de vista es una pieza casi insustituible del equipo encargado de comunicar datos

N O me gusta hablar ni de política ni del Coronavirus, y así lo he manifestado públicamente, por tanto el hecho de brindarle a Simon la idea que expondré a continuación, es un gesto altruista. Si la aceptara, le quedaría muy agradecido. Desde hace unos días tengo metida en la cabeza la canción "Amigo Conductor", grabada en 1968 por Perlita de Huelva, que comienza: "A todos los conductores / mi voz sirva de compañía. / Al ritmo de los motores / por vuestras rutas de España. / Y le pido a San Cristóbal / nuestro patrón tan divino, / que con sus manos os guíe / salvos a vuestros destinos. / Precaución, amigo conductor. / La senda es peligrosa, / …"

Antes de seguir, he de aclarar que por sus especiales características oratorias y gestuales, prefiero llamarle Simon sin acento y a secas, como si fuera un inglés flemático que usa el humor de la Isla.

Y entrando en el meollo de este escrito, pienso que debería poner como sintonía de sus apariciones la canción antes dicha. No sé la razón exacta, pero creo que sería "un pelotazo" para encumbrarlo a las más altas cimas de la comunicación y, además, convertirlo casi en un miembro más de nuestra familia. Algo así como un hijo mayor con estudios al que se le reconoce capacidad de aconsejar, no sólo recomendar, y que, no sólo lo hace con proximidad y poniéndose "a la altura del resto de la familia", sino que lo hace con cariño, sin regañar abruptamente, tratando de convencernos de que hay que ser buenos.

Pero ocurre que, de alguna forma, por mucha independencia que le otorgue el hecho de presentarse como un científico que esporádicamente desarrolla el cometido de portavoz de la Administración, es tan perfecto su comportamiento que se presta a dudar de que es espontáneo. Da la impresión de estar muy bien estudiado y programado. Y desde mi punto de vista es una pieza casi insustituible del equipo encargado de comunicar datos, que dan la impresión de no ser matemáticamente perfectos, y de los que no quiero pensar que haya sumas y restas. Así que, por todos esos méritos, solamente puedo felicitar a quien lo haya designado para el puesto y a él por la forma de desarrollar su cometido.

Ahora bien, por mor de todas las rectificaciones que le he oído, acaba de venirme a la cabeza otra canción que podría servirle de sintonía: "La Yenca", por aquello de: "… / Todo el mundo viene ahora sin pensar / Esto es muy fácil lo que hacemos aquí / …//… Izquierda, izquierda, derecha, derecha / Adelante, detrás, un dos tres/…". ¡Mal asunto cuando la forma supera al mensaje!.

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