Carta del Director/Luz de cobre

¿Cuánto hay que pagar por el agua?

La subida del agua en la capital, al consumir agua desalada, hay que pagarla. Es el precio justo por no esquilmar los acuíferos

Parto de eslogan que la Comunidad de Usuarios del Campo de Níjar (CUCN) con su presidente, Antonio López a la cabeza, acuño hace ya algún tiempo y con el que no puedo estar más de acuerdo: “El agua más cara es la que no se tiene”.

Contra él se puede argumentar todo lo que ustedes quieran. Con seguridad en la mayoría de sus conclusiones puedo estar de acuerdo. Pero por encima de todas ellas, les aseguro que si no disponemos de líquido elemento en los grifos de nuestras viviendas o en las tomas de nuestras fincas, difícilmente podemos hablar de precios, de si es caro o barato, si es razonable o si se ajusta a lo que todas las partes entiendan como tal. Todo esto se plantea después de que, por fin, después de una larga y deseada obra, el proyecto de La Pipa sea una realidad. Una apuesta decidida para que la capital asegure en su futuro el abastecimiento de agua de la desaladora de la ciudad, que para eso se construyó, sin depender de terceros ni de sequías prolongadas. Esto no quiere decir que se vaya a renunciar a los derechos adquiridos de los Pozos de Bernal, ni mucho menos. Al contrario, se va a ayudar, y de qué manera, a mejorar los maltrechos acuíferos del Poniente, con lo que eso supone para una de las comarcas en la que la extracción de agua se ha desarrollado durante decenios de una manera, digamos que laxa, sin atender en exceso a su control y a la seguridad de que los recursos son finitos. Y si la sequía es prolongada, ni les cuento. Desde el gobierno de la capital se ha puesto ya sobre la mesa una subida del precio del agua. Algo más que razonable, si entendemos que el coste del metro cúbico desalado es superior al que llega del Poniente. Ya se habla de ‘tarifazo’, sin conocer aún la propuesta municipal. Con excesiva frecuencia vamos por delante de los acontecimientos, en la búsqueda de réditos políticos que nunca llegan para quienes los proponen y así les va.

Entiendo que todos debemos hacer un esfuerzo por mejorar los acuíferos del Poniente, por ser medioambientalmente sostenibles y, sobre todo, por ser autónomos. Dicho esto, no pretendo, ni mucho menos, que todos paguen por igual. Hay que trabajar para que aquellos que más consumen lo hagan en mayor medida de los que son ahorrativos. También hay que hacer excepciones con las familias con menos recursos; Claro que sí.

Otra cosa es la búsqueda de enfrentamientos y réditos a corto plazo que no van a llegar, cuando las elecciones son dentro de cuatro años y nadie o casi nadie se va a acordar de la subida que su recibo del agua va a soportar. Entiendo que no se debe dilatar mucho tiempo la propuesta municipal, ajustarla a los tiempos que corren, inflación incluida, y avanzar en ecología, consumo responsable y costes que no vacíen los bolsillos de quienes menos tienen. El esfuerzo debe ser de todos y proporcional. Sin más.

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