El medio y el ambiente

No pega

Pertenezco a una generación cuyos primeros recuerdos de las Pascuas son los mantecados, rosquillos y algo de turrón

No pega estar en plenas Pascuas y hablando de política, de economía, gruñendo, con mala follá, y enfadados. Son días de sentimientos, pero de otro tipo. En primer lugar, de tener presente lo que celebramos. En segundo lugar, de ponerse el propósito de hacerlo lo mejor posible y agradeciendo lo que todavía nos queda, que casi siempre es más de lo que pensamos.

Por lo tanto, pienso que deberíamos espabilarnos y dedicarnos a lo verdaderamente importante de este mundo: la familia y los amigos. Dejar al margen las zozobras provocadas por los mediocres y usar el sentido común, que dicho sea de paso es el menos común de los sentidos según dicen, y en consecuencia agradecer lo que tenemos e ignorar, en la medida de lo posible, todas las sandeces que oigamos, siempre que no sea necesario rebatirlas sobre la marcha. Estamos llegando a una situación tal que hay personas que intentan discutir con el televisor. A propósito, Marx, el genuino, el mejor, el digno de admiración, decía que le debía a la televisión su cultura. Que cuando la ponía y veía lo que estaban emitiendo, la apagaba y se ponía a leer un libro.

Además, teniendo en cuenta la cantidad de música que hay escrita, y con acceso gratuito a través de la internet, no es mala idea tampoco dedicarse a escucharla e incluso sentirla.

Por otra parte, estas fechas en las que tanto se habla de sentimientos, pienso que son adecuadas para hacer una especie de balance acerca del materialismo que, en general, no solo nos invade, si no que a algunos nos agobia, ya que como decía don Antonio Machado, nacido en Soria, según un ilustre personaje de la vida pública española, "solo el necio confunde valor y precio".

Además, pertenezco a una generación cuyos primeros recuerdos de las Pascuas son los mantecados, rosquillos y algo de turrón, y sin hacer publicidad del consumo de alcohol, una botella de anís dulce: El Mono o La Asturiana, que Juan de Toro publicitaba en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER: "En vaso largo o en copa corta, Anís de la Asuriana ¡qué bien se porta!". Las botellas de anís con una cuchara rascando para los villancicos, junto con el almirez y la zambomba, hasta bien entrada la madrugada del 25. Con esos antecedentes, no es de extrañar que prefiera unas Pascuas sentidas, austeras y reales, que no míseras, antes que unas Pascuas materialistas. Además, no seamos hipócritas, pues es tradicional la pregunta de los amigos a la vuelta de las Pascuas: ¿la Navidad bien o en familia? Siempre hay un cuñado. Por último, me ha tocado la lotería: ¡el reintegro en la del Pavía!

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