El templo museístico

La exposición tradicional del "objeto" hace del museo un templo en su sentido de trascendencia

El lenguaje expositivo de un museo depende del tipo de comunicación que quiera establecerse con el visitante. En este sentido, las exposiciones vienen diferenciándose en dos grandes tipos; del "objeto" y de la "idea". Tienden a asociarse con dos formas de presentar las piezas, aparentemente diferentes y contrapuestas en la concepción de la museología y los mismos museos. Esto, en la práctica, no es tan radical y pueden darse contaminaciones mutuas. La museología del "objeto" puede verse por algunos como una antigualla propia del positivismo científico surgido en los museos de la Ilustración. La de la "idea" como emblema de lo "pedagógico" y más apropiada a la función social de los museos de hoy. De aquí se infiere una separación más burda si cabe; los objetos son los protagonistas de la exposición museística en todos los casos y la diferencia estribaría en que aparecieran relacionados-contextualizados mediante una idea, concreta y comprensible, o no. Semejante artimaña acuña una visión radical -y engañosa- entre el comunicar y el no comunicar, colocando a la museología de la "idea" como el paradigma informativo y educativo por excelencia, en detrimento de la exposición aislada del objeto, que no aportaría gran cosa a un contemplador que, incapaz de comprender, se distanciaría cada vez más de la institución museística. Se reduce así el ámbito de la comunicación a lo formativo, a una comprensión de "escuela". Quienes así argumentan se olvidan que los grandes museos-templo de arte siguen siendo los más visitados y disfrutados. Olvidan considerar al símbolo como un factor determinante en el poder de atracción. Lo simbólico pertenece, en nuestro esquema mental, al ámbito de lo importante o trascendente, aquello que no necesita explicación porque quizás no la tenga. Este ámbito era copado en la antigüedad por el hecho religioso, pero nuevas formas del símbolo para reafirmar nuestro antropocentrismo y otorgarle una importancia trascendente cobraron, poco a poco, una presencia cada vez mayor en la edad moderna. La expresión artística en términos creativos revela la altura intelectual del individuo, constituida en emblema del talento humano y propicia al mito. Con este sentido, la exposición tradicional del "objeto" adquiere una dimensión fascinante y hace del museo un templo en su sentido de trascendencia. El visitante participa de una experiencia cuyo premio no se cifra en aprendizaje sino en disfrute o arrobamiento.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios