La carretera nacional N340-a, conocida como El Cañarete, volverá a abrir al tráfico a lo largo del mes de junio. Así lo ha anunciado esta mañana el subdelegado del Gobierno en Almería, Manuel de la Fuente, durante la visita que ha realizado a los trabajos que se están acometiendo en esta vía que comunica la capital con el núcleo de Aguadulce y que lleva cerrada al tránsito de vehículos desde que tuvo lugar un nuevo desprendimiento de parte de un muro de piedra sobre la calzada el pasado 7 de septiembre de 2020. Ese es el objetivo marcado por la Demarcación de Carreteras en Andalucía Oriental y que ya avanzó el ministro José Luis Ábalos en su visita a Almería el pasado 17 de marzo.

Manuel de la Fuente ha explicado que las magnitud de la obra es tal que "abarca dos campos de fútbol" y ha señalado que "sé que hay miles de ciudadanos que están deseosos de que se abra pero primamos la seguridad antes que la comodidad y esto nos obliga dejar la carretera cerrada hasta que podamos dejar los espacios libres para poder abrirla".

En este sentido, ha añadido que "estamos ya en la fase de terminación por lo que el objetivo es terminar las obra para el mes de junio y abrirla con todas las medidas de seguridad". Una fecha horizonte que supone como máximo dos meses más de espera y que ponen fin a una de las mayores preocupaciones de los miles de vecinos de la comarca del Poniente que utilizaban esta vía a diario y que se veían obligados a modificar su trayecto por la Autovía del Mediterráneo lo que ha provocado colas, atascos y numerosos accidentes durante este último año.

Y es que tal y como ha apuntado la Dirección General de Tráfico (DGT), a los más de 50.000 vehículos diarios que transitan la A-7 se han vuelto a sumar otros 15.000 que con anterioridad circulaban, como alternativa de una A-7 al borde del colapso, a través de estos nueve kilómetros en las estribaciones de la Sierra de Gádor junto a la orilla del mar.

“El material es complicado, la malla que se ha colocado en la pared pesa varias toneladas y necesitamos las grúas para que los operarios tengan la ayuda necesaria para instalar tanto la malla de triple torsión como las pantallas dinámicas. Es una obra también muy delicada, porque cualquier piedra que pueda desprenderse, aunque parezca pequeña, en cuanto coge energía cinética se convierte en un proyectil”, señalaba durante la visita Salvador Fernández Quesada, jefe de la Demarcación de Carreteras de Andalucía Oriental, al ser preguntado sobre la evolución de las obras. 

Hay que recordar que las obras se centran en un tramo de unos 180 metros, con una altura de talud de aproximadamente 70 metros y que van suponer una inversión de 2,57 millones de euros que fueron aprobados por urgencia por el Gobierno Central. La actuación, que se desarrolla en alturas que, en algunos tramos, superan los 70 metros, está siendo llevada a cabo por operarios especialistas en trabajos en altura, en unas labores que el subdelegado del Gobierno ha calificado de “complejas” y “muy especializadas”.

La duración de los trabajos se ha visto condicionada, especialmente, por la gran complejidad del tramo en el que se trabaja, con buena parte del talud extraplomado sobre la carretera. 

Estudio geotécnico

Manuel de la Fuente también ha explicado que durante todos estos meses se está realizando de manera paralela un estudio geotécnico a lo largo de seis kilómetros de la vía “para detectar el estado de cada zona, metro a metro. Para conocer zonas de alto riesgo y a partir de ahí hacer una valoración para continuar con nuevos tratamientos. Tenemos que conseguir que este tramo, que es fundamental por la conexión de la capital con el Poniente, sea una vía segura y no tengamos que estar cada año realizando arreglos”.