El Plan de Recuperación del Acuífero del Poniente no tiene marcha atrás y sigue dando pasos para intentar llegar a su objetivo: que en 2021 se dejen de extraer 50 hectómetros cúbicos anuales del mismo. En esa línea, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, cumplió ayer con el compromiso adquirido el mes pasado con la Mesa del Agua y acudió a El Ejido para hacer entrega de dos autorizaciones largamente esperadas y que vienen a sumar en esa tarea de reducir la sobreexplotación del acuífero subterráneo: las concesiones para reutilizar en riegos urbanos y recreativos el agua de la depuradora de El Ejido; y para desalar el agua de la Balsa del Sapo.

La presidenta andaluza quiso destacar el "compromiso" del Gobierno andaluz con la Mesa del Agua de Almería para "agilizar" concesiones y autorizaciones pendientes, así como para seguir avanzando en un modelo de producción "sostenible, eficiente y competitivo". Según explicó, la administración autonómica apuesta por un modelo de colaboración con las juntas centrales de usuarios del Poniente como entidades de derecho público, "lo que va a permitir agilizar todos los trámites".

Un pionero sistema con energía solar se utilizará para desalar agua de la Balsa del Sapo

La presencia de Díaz y sus consejeros de Agricultura, Rodrigo Sánchez; y de Medio Ambiente, José Fiscal, ayer en el Teatro Auditorio ejidense vino a culminar una jornada informativa en la que estuvieron presentes más de 300 representantes de comunidades de regantes, además de los ayuntamientos de la comarca y el de Almería, donde pudieron conocer con detalles el plan de recuperación del acuífero sobreexplotado. Díaz también se refirió a la necesidad de "impulsar el uso de energías limpias" .

Durante el acto, el presidente de la Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente Almeriense, Manuel García Quero, explicó que para desalar el agua de la Balsa del Sapo se utilizará un sistema pionero en España a través de energía solar, cien por cien sostenible y consistente en un proceso de ósmosis vertical, que además de cumplir con su misión y desalar el agua es capaz de generar energía de forma limpia. "Serán aguas de excepcional calidad, idóneas para realizar las mezclas con otros recursos disponibles en la zona como las aguas reutilizadas o las aguas del acuífero superior, que es excedentario y cuyas aguas no pueden utilizarse directamente para el riego debido a su mala calidad", explicó. El mismo se implementará a partir de 2018 y permitirá obtener hasta 6 hectómetros cúbicos al año.