UD Almería 0-2 Elche CF I La crónica

La roja a Darwin descabeza al Almería

  • Dos amarillas rigurosas al uruguayo en la primera parte, le cuestan al Almería el liderato y evidencian que la marcha de Sekou es un claro error

Momento de la expulsión de Darwin.

Momento de la expulsión de Darwin. / Javier Alonso

El Almería buscaba su cuarta jornada victoria consecutiva con el objetivo de recuperar el liderato, que el viernes volvió a manos del Cádiz, y mantener la distancia con los perseguidores, que habían ganado esta jornada. Para ello, había que derrotar a un Elche muy respetado por Guti, frente al que puso un equipo de mucho toque, más parecido al de final de 2019 que al de principio de este año.

De primeras, el equipo salió dominador. La presión era buena, se movía rápido el balón y en los primeros 10 minutos, el Almería tuvo dos ocasiones. Primero con un gran control en carrera de Darwin, cuyo chut lo sacó con problemas Badía, y poco después con un remate desviado de Appiah, que tiene en el gol uno de sus problemas.

La vuelta a un esquema ofensivo volvió a provocar que la defensa perdiera en seguridad. Debutaba Costas, al que se le vio nervioso al comienzo. Precisamente el exceltiña rompió un fuera de juego, que Yacine no supo culminar ante Fernando. A la contra, como le gusta a los rojiblancos, llegó la más clara rozando la media hora, con un saque del meta Fernando, un carrerón de Darwin y un disparo alto cuando se había plantado solo ante Badía, al chutar con el cuerpo desequilibrado. Se olía el gol en cada llegada almeriense, faltaba afinar.

Protagonismo arbitral

Pasada la media hora, el árbitro quiso convertirse en protagonista. Primero con un penalti riguroso y luego con una expulsión cogida con pinzas. A los 34', llegó un error grave en la salida del balón, Kaptoum herró en el control y el Elche se plantó tres para dos, Maras arriesgó al lanzarse a los pies de Folch para evitar el remate y lo consiguió. Muñiz Ruiz acudió al VAR y señaló pena máxima, cuando en la repetición se ve que el central toca al ilicitano, pero una vez que había fallado en el remate. Penalti que no, penalti que se falla. Fernando le ganó la partida a Fidel.

Fernando para el penalti a Fidel. Fernando para el penalti a Fidel.

Fernando para el penalti a Fidel.

Segundos después, un choque de Darwin con Josán le cuesta la segunda amarilla al uruguayo. Ninguna de las dos entradas que le costaron las amonestaciones eran dignas de ello, sobre todo en un choque que estaba siendo de guante blanco, pero el asturiano quería que las cámaras le enfocaran y lo consiguió. Por delante más de 50 minutos con uno menos.

Darwin se marchó llorando después de ver la tarjeta roja a falta de siete minutos para el descanso

Sin cambios, pero dando la impresión de que el Almería estaba demasiado pendiente al colegiado, comenzó la segunda parte. El equipo quiso encerrarse, no iba a arriesgar y buscaba coger al Elche en alguna contra. Los de Pacheta movían lentamente el balón, no sabían cómo meterle mano a los rojiblancos, salvo con algún lanzamiento lejano, ante el que Fernando respondía con seguridad.

Pero a los 63 minutos el Almería defendió mirando una triangulación de Yacine y Nino, que acabó con centro al área donde remató solo Fidel. El 0-1 obligaba a mover el banquillo y arriesgar, ya no le valía a los rojiblancos con defender. Como hizo ante el Mirandés, Jonathan al campo y tres centrales con dos carrileros largos. Pero faltaba Darwin arriba para pelearse con toda la defensa visitante.

Sin revulsivos ofensivos en el banquillo

Tal y como estaba el partido, echó de menos el Almería a un delantero como Sekou. La extraña política de fichajes de invierno, desprendiéndose de jugadores importantes y válidos, dejó al equipo descabezado en un momento crítico. El equipo estaba plano, descentrado, sin ideas y prácticamente entregado. Tantos millones y pocos revulsivos en el banquillo.

El centrocampista Dani Albiar, del filial, jugó sus primeros minutos en el primer equipo

Incluso tuvo que entrar Albiar, un joven futbolista del filial de Tercera División, con Juan Muñoz y Lazo ya apenas sin fuerzas, por lo que la producción ofensiva almeriense era prácticamente inexistente. Para sellar el partido, Milla remató solo en el punto de penalti un saque de esquina para hacer el segundo y confirmar la pérdida del liderato. Paso atrás importante e inesperado del Almería, que o se centra en fichar lo que realmente necesita o se va a debilitar más de lo esperado.

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