Como viene siendo habitual en los últimos años, ayer Lunes de Pascua, se encendieron los últimos cirios, se dieron los últimos golpes de palermo y se ordenaron las últimas revirás de esta Semana Santa de 2019 que ya sí que es historia.
Desde la Capilla de la Hermandad del Prendimiento tuvo lugar el Solemne traslado de sus tres imágenes titulares hasta la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación, sede canónica de esta cofradía del Miércoles Santo almeriense.
A las nueve de la noche se desarrolló este último culto de la Pasión almeriense. La cruz arbórea de la hermandad, escoltada por dos faroles, abrió el cortejo que en el primer tramo estuvo precedido por los más jóvenes de la cofradía. La primera imagen en salir a la calle fue la de Jesús Cautivo de Medinaceli, a las órdenes de su capataz Francisco Romero y portada por miembros y contraguías de su cuadrilla.
El cuerpo de ciriales precedió también los pasos del Señor de Almería en su itinerario de regreso a su sede canónica. Desde el interior de la casa de hermandad de Prendimiento siguieron saliendo hermanos portando cirio para preceder a las andas que llevaron a Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento y Nuestra Señora de la Merced. Estas fueron portadas este año por la cuadrilla de misterio de la hermandad. El cuerpo de ciriales también precedió los pasos de ambos titulares hasta la Catedral.
El Señor del Prendimiento vistió de forma inusual, con una túnica en color naranja claro y mantolín en la misma tonalidad. La Virgen del Prendimiento lució con saya blanca y manto de color beige mientras que el Señor de Almería llevó su túnica de color berenjena.
La hermandad salió por la Plaza Jesús Cautivo de Medinaceli, Plaza Bendicho, calle Cubo y Plaza de la Catedral para hacer su entrada en el templo catedralicio en poco más de cuarenta minutos. El recorrido se realizó en Santo Rosario, rezado por el Director Espiritual de la hermandad, Juan José Martín Campos. Al llegar a la sede canónica, los tres titulares fueron bajados de sus respectivas andas y colocados en sus particulares lugares de culto donde, desde hoy martes, pueden volver a venerarse nuevamente.
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