Almería

El Poniente sin robot quirúrgico: "Este verano necesitamos anestesistas en Torrecárdenas y no nos los dejaron"

  • El urólogo José Gómez denuncia la “injusta paralización” del proyecto formativo y asistencial por una ley del talión hospitalaria. Sanitarios y pacientes del Poniente no podrán beneficiarse de la tecnología Da Vinci Xi de última generación en cirugía robótica del centro provincial de referencia 

Salas de operaciones inteligentes con la incorporación de la cirugía robótica

Salas de operaciones inteligentes con la incorporación de la cirugía robótica

La intransigente consigna de la dirección del complejo hospitalario de Torrecárdenas de prohibir el uso formativo y asistencial con el robot quirúrgico Da Vinci Xi a los profesionales sanitarios y pacientes del hospital de Poniente ha sentado como un auténtico jarro de agua fría a uno de los urólogos más prestigiosos de la provincia, el doctor José Gómez Jiménez, que ha querido hacer pública a través de Diario de Almería esta “injusta decisión”. Después de más de dos décadas mejorando la calidad de vida de los pacientes almerienses tanto en el hospital de referencia en el que mantiene la plaza como facultativo en excedencia como en el de Poniente desde el año 2005 no esperaba, y menos por motivos arbitrarios e improcedentes, que le restringieran el acceso a uno de los instrumentos de cirugía robótica más sofisticado del sistema sanitario andaluz para completar un proyecto que permitiría extender el uso de esta tecnología a otros usuarios del distrito ejidense.

El hospital de Poniente destaca por su experiencia en cirugía laparoscópica cuya evolución natural es la robótica que proporciona el robot Da Vinci. El objetivo del proyecto, presentado por el anterior jefe de servicio de Urología -el doctor Abad Vivas-Pérez- y que ahora se ha visto aparcado en seco, era emplear este instrumento instalado en la capital con los pacientes de la comarca del Poniente por las tardes, que es cuando está paralizado en Torrecárdenas al realizar todas las intervenciones por la mañana. El beneficio sería doble, por un lado, darle una mayor rentabilidad económica a un avanzado equipo cuyo alquiler ronda los dos millones de euros y otros 544.500 en mantenimiento y, por otra parte, abarcar un mayor número de enfermos en la provincia.

El doctor Gómez Jiménez inició el curso de cirugía robótica en Torrecárdenas en agosto, una formación que no implica ningún coste porque la imparte un laboratorio externo, y a falta de solo dos tardes más de clases y de un día de quirófano práctico en un hospital de Barcelona llegó la sorprendente prohibición sin que la dirección del complejo hospitalario le diera ninguna explicación sobre el motivo. Pero este especialista en urología desde 1998 no se iba a quedar de brazos cruzados acatando el veto y buscaría una contestación que llegó a través de llamadas entre hospitales y contra la que tomará las medidas oportunas.

El doctor José Gómez, especialista en urología del hospital de Poniente El doctor José Gómez, especialista en urología del hospital de Poniente

El doctor José Gómez, especialista en urología del hospital de Poniente

“En Torrecárdenas hemos puesto el dinero que ha costado el robot Da Vinci y este verano cuando necesitamos anestesistas el hospital de Poniente no nos los dejó”. La frase que ahora repite con cierta resignación el urólogo procede del equipo directivo de Torrecárdenas. La ley del talión entre hospitales hermanos y vecinos que ha indignado a este profesional que nunca en su trayectoria de formación continua mediante cursos, congresos y estancias en otros centros ha encontrado un veto similar. “En 1996 estuve dos meses en el Saint Louis University Hospital de Estados Unidos, el sistema sanitario más hermético del mundo sin que me pusieran ninguna traba. Y la parte práctica la imparten en hospitales de Cataluña en los que nunca he tenido problemas”.

El doctor José Gómez Jiménez, que anteriormente pasó por los hospitales de Melilla y Huelva, no entiende este freno a la formación continua que necesitan los sanitarios, sobre todo porque “en la mayoría de ocasiones corre a nuestro cargo y con tiempo que le robamos a nuestra familia”, pero lo que más le duele es que se haya producido en Almería. “Nunca en todos mis años de formación, en ningún hospital del mundo, me han prohibido hacer ningún curso y resulta que en el de Torrecárdenas me lo impiden y discriminan a los pacientes del Poniente al impedirles que se beneficien de una tecnología que pagamos todos”.

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Salud, licitó en febrero del pasado año por 2,5 millones la adquisición del nuevo robot quirúrgico Da Vinci XI mediante un procedimiento negociado sin publicidad al ser una empresa la distribuidora en exclusiva. El 'supercirujano' Da Vinci emplea tecnología de última generación para las intervenciones en especialidades como cirugía general, ginecología, urología, otorrinolaringología y maxilofacial con un equipo estable de enfermería y estabilización de material.

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