Coronavirus Almería

Un baño por San Juan sin hogueras ni fiestas

  • Jornada playera en la provincia como la de cualquier otro día con un relevante despliegue de vigilancia para evitar el incumplimiento de restricciones en prevención por la COVID-19

Un baño por San Juan sin hogueras ni fiestas

Un baño por San Juan sin hogueras ni fiestas / Javier Alonso

Los almerienses y primeros turistas de la temporada estival se vieron obligados ayer a buscar la orilla y el mar por las elevadas temperaturas, que rondaron los cuarenta grados en determinados puntos del litoral provincial, pero no pudieron festejar la tradicional velada de San Juan con familiares y amigos en torno a las hogueras, barbacoas y mesas de comida y bebida. La crisis planetaria del coronavirus ha obligado a los ayuntamientos, en base a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, a restringir este tipo de encuentros multitudinarios y la festividad con la que se celebra la llegada del solsticio de verano perdió ayer su magia. 

Durante la mañana y tarde la presencia de bañistas fue masiva en los pueblos que se extienden por los más de 200 kilómetros de litoral almeriense, pero al caer la tarde los que tomaron las playas y paseos marítimos fueron los servicios de vigilancia y seguridad desplegados para evitar aglomeraciones e incumplimientos de las restricciones fijadas en medida de prevención para evitar rebrotes en la propagación de la COVID-19. Nada de verbenas, salvo puntuales grupos de excesiva afluencia que fueron informados y disueltos, ni tampoco botellones a última hora de la tarde y buena parte de las playas se cerraron antes de que cayera la noche.

Como ya ocurriera con la Feria y otras concentraciones masivas de personas como los festivales, los ayuntamientos de la provincia han considerado que es preferible esperar al próximo año en lugar de correr riesgos innecesarios para la salud pública y en los últimos días han venido informando a sus vecinos de las limitaciones que tendría ayer la velada de San Juan. El acceso a las playas permaneció abierto hasta la noche, si bien a partir de las nueve comenzaron todo tipo de restricciones en los diferentes municipios del litoral.

Los consistorios de la comarca del Levante almeriense (Carboneras, Vera, Mojácar, Garrucha y Níjar) fijado la clausura a las nueve, poco antes de la puesta del sol, y a partir de esa hora la franja litoral pasó a ser propiedad de los servicios de limpieza que invitaron a marcharse a algún que otro rezagado con el despliegue de su maquinaria y operarios por la arena. A las diez de la noche se echó el cierre en las playas de Roquetas y otros ayuntamientos del Poniente como el de Adra retrasaron el veto hasta las doce y media. Los consistorios de El Ejido y Balanegra fueron más flexibles y no fijaron un horario velando en todo momento porque se cumpliera la normativa de distanciamiento social y medidas de protección individual frente al coronavirus, pero sí mantuvieron la prohibición como el resto de localidades de celebraciones, hogueras y barbacoas en la orilla.

En San Juan de los Terreros las playas permanecieron abiertas hasta las doce de la noche, al igual que ocurrió con la capital almeriense que al decretarse el estado de alarma trasladó el festivo local al 26 de diciembre, Día del Pendón. A lo largo de la franja litoral almeriense se estableció un dispositivo especial de vigilancia desde primera hora de la tarde con efectivos de las policías locales, protección civil, Policía Nacional y Guardia Civil, con el refuerzo de los auxiliares contratados por la Junta en las playas, que evitaron las aglomeraciones de ciudadanos y cualquier intento de saltarse las nuevas normas y medidas establecidas en los planes de contingencia. Las sanciones por incumplir la Ley 7/2006 sobre potestades administrativas en materia de ocio en espacios abiertos en Almería oscilan entre los 300 euros por infracción leve a 24.001 euros e incluso 60.000 euros en caso de infracción muy grave.

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