Hostelería

Los ‘Charros’ apaga sus brasas

Pablo, avivando las ascuas donde cocinaba las clásicas costillas del 'Charros'. Pablo, avivando las ascuas donde cocinaba las clásicas costillas del 'Charros'.

Pablo, avivando las ascuas donde cocinaba las clásicas costillas del 'Charros'. / Javier Alonso

Escrito por

· Pablo Laynez

Redactor

Era vega donde se había instalado el Charros cuando prendió sus brasas en el verano del año 2000. Pero vega de verdad, de cañizos y bañistas deseosos de tener un rincón donde no ser vistos. Nada tenía que ver el ensanche del Paseo Marítimo con lo que es hoy. “Nos tiramos en parapente desde Sierra Alhamilla y vimos esa casilla. Ahí queríamos abrir el bar”, dice dándole a la historia un toque de leyenda Isabela, dueña del bar.

Los hermanos Herrada Rodríguez, Luis e Isabela, tenían el prolífico bar del mismo nombre en la Rambla Alfareros. Pero querían algo para ver el verano, un local más de carne a la brasa, donde las calurosas noches almerienses se refrescaran entre tapas y cervezas. “Recuerdo que era un bar de pulpo, pero llevaba mucho tiempo cerrado. Era nuestro sitio, nos pusimos mi hermano y yo a investigar y lo compramos”.

La parte central de la historia alguna vez la han tenido que degustar. Paredes blancas pescador (“ahora tiene colores mediterráneos, pero antes cada año la pintábamos de un color distinto”, explica Isabela), terraza donde golpea la brisa marinera, ambiente espectacular, y por lo que todo el mundo lo conoce, unas costillas para chuparse los dedos. Por lo bien hechas y por una salsa que es un pescado gastronómico al que nadie se puede resistir. Como buen local castizo, el humo invade las mesas e impregna ropas. Pero es que merece la pena irse oliendo a rejumbre.

Isabella muestra fotos de la evolución de la brasería desde 2000 hasta el 11 de septiembre de 2022. Isabella muestra fotos de la evolución de la brasería desde 2000 hasta el 11 de septiembre de 2022.

Isabella muestra fotos de la evolución de la brasería desde 2000 hasta el 11 de septiembre de 2022. / Javier Alonso

¿A qué viene esta oda a un bar de aspecto cutrecillo (denominación cariñosa, faltaría más)? ¿Es que querrá el periodista que le inviten a unas costillas? Por desgracia, durante un tiempo va a ser difícil. Las brasas del Charros se apagan momentáneamente, los planes de desarrollo de la ciudad han provocado que el bar haya sido expropiado y una bola de demolición acabará con cuatro paredes que han servido vituallas a miles de almerienses, además de vivir mil y una anécdotas gastronómicas en su interior.

“Recuerdo unos clientes que se picaron y pidieron unos chupitos. Pero no querían bebidas alcohólicas, sino chupitos de la salsa de las costillas”, recuerda divertida Isabella. También le pone el toque nostálgico que necesita el reportaje: “Aquí los atardeceres son increíbles, hay gente que viene y se pide una cerveza y una tapa sólo por estar sentados en la silla y ver cómo se pone el sol”.

Pues eso, que el sol se pone para el Charros. Hoy domingo 11 de septiembre, la misma puerta que se abrió cuando el Paseo Marítimo era una obra de futuro y las casillas cercanas parecían de paja y barro, como la de dos de los tres cerditos, cierra pese a la tristeza popular. “La gente no se lo creía cuando se lo comentábamos. He tenido clientes incluso que me han dicho que han recogido firmas para evitar la expropiación. Pero no ha podido ser, sabíamos que éste momento iba a llegar antes o después, y ha llegado”, apunta con un nudo en la garganta la dueña.

Pero ya se sabe que cuando una brasa se apaga, Dios enciende otra pastilla de queroseno. Y las costillas del Charros, volverán. “Ahora estamos centrados en el negocio del centro, pero nuestras clientelas son diferentes y les debemos buscar un nuevo local cercano a éste donde reabrir. Quiere agradecerles todas las muestras de cariño y la fidelidad de todos estos años. Más que triste, ya estoy con ganas de encontrar el sitio donde abriremos el nuevo Charros”.

Como el pebetero de un estadio olímpico, en breve estas gloriosas brasas volverán a prenderse.

900 viviendas, zonas verdes y áreas de juego para la zona

El Charros serán historia en su ubicación actual. Aunque prometen regresar en otro punto de la ciudad. Su lugar, y todo lo que le rodea, será finalmente urbanizado. El Ayuntamiento de Almería aprobó recientemente el proyecto de urbanización de una bolsa de suelo entre Nueva Almería y el paseo marítimo, cuyos propietarios pretenden desarrollar y en la que hay contempladas la construcción privada de unas 900 viviendas, espacios verdes y deportivos.

El proyecto de urbanización de una bolsa de suelo entre Nueva Almería y el paseo marítimo salió adelante para urbanizar la zona

Es el denominado Sector SUP-ACA-09, en la Vega de Acá. La propuesta aprobada para la preparación de los terrenos recoge como plazo máximo de ejecución para estas obras diez meses, contados a partir de la fecha de notificación de la aprobación definitiva del Proyecto de Urbanización. El presupuesto de ejecución material de la actuación asciende a la cantidad de 6.679.040,26 euros.

El acuerdo municipal otorga luz verde al desarrollo, por parte de la Junta de Compensación, de un nuevo sector aún por desarrollar en la Vega de Acá, sector que se encuentra situado junto al barrio de Nueva Almería y próximo a la desembocadura del río Andarax. Con una superficie total de 165.360 m², el sector limita al norte con un futuro vial que dará continuidad a la Avenida Adolfo Suárez; al este con los sectores SUP-ACA-10 y SUP-ACA-11; al sur con la Avenida Cabo de Gata y al Oeste con la barriada de Nueva Almería.

Vista exterior del local, que será derruido próximamente. Vista exterior del local, que será derruido próximamente.

Vista exterior del local, que será derruido próximamente. / Javier Alonso

Las obras proyectadas, de acuerdo al proyecto de urbanización que ahora se ha aprobado, consisten en la dotación a los terrenos comprendidos en este sector de las infraestructuras necesarias tanto para la construcción de viviendas, en un total de 891 (204 unifamiliares y 687 plurifamiliares), y para otros usos previstos en el actual Plan General.

La concejala de Urbanismo e Infraestructuras, Ana Martínez Labella, ha destacado la puesta en carga de estos nuevos suelos como parte del desarrollo que viene experimentando la Vega de Acá, nueva urbanización que se suma a la ejecución de las obras actualmente en marcha en otro de los sectores de la Vega (SUP- ACA-07), junto a La Goleta, con una superficie de algo más de 200.000 m². Desarrollo de dos sectores que significarán, en poco tiempo, “un importante cambio en la fisonomía de la zona, poniendo a disposición parcelas lucrativas (viviendas) y dotacionales que permitirán dotar de más servicios a esta parte de la ciudad”.

Respecto al SUP-ACA-09, la edil popular ha destacado los más de 56.725 m² en dotaciones que incluye este sector, un 34,30 por ciento del total del suelo. El suelo dotacional para la zona se reparte en 35.197 m² de espacios libres (dedicados tanto a zona verde como áreas de juegos), 10.715 m² de dotaciones educativas, 5.407 m² de equipamiento de interés público y social (SIPS) y 5.405 m² deportivas.

Respecto de estos parámetros, Martínez Labella ha querido significar que las parcelas destinadas a uso residencial unifamiliar se concentran a las más próximas de este tipo ya construidas, mientras que las zonas libres lo harán, en su mayoría, con fachada a la Avenida Cabo de Gata y en un “gran corredor verde” que, longitudinalmente, recorrerá el sector de norte a sur.

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