Montañismo

Almería, potencia nórdica

  • En un deporte nacido al amparo del frío finlandés, la almeriense Ika desafía al calor local a sus 63 años

  • Subcampeona nacional, quiere la Copa de España a la que le restan dos pruebas

Ika, de azul, en el podium del Campeonato de España.

Ika, de azul, en el podium del Campeonato de España.

Sólo el nombre del deporte invita a pensar que Almería es la antítesis del deporte: marcha nórdica. Suena a frío, a nieve, a hielo, a temperaturas bajo cero, a esquíes o raquetas de nieve. De hecho, el origen de esta marcha está situado en Helsinki (Finlandia). Pocos cactus, pitas o lagartijas se encontraban Mauri Repo, Leena Jääskeläinen y Tuomo Jantunen, fundadores de esta modalidad, en sus caminatas con bastones, que les servían en las épocas de mayor frío para mantener su forma física de cara a las competiciones, puesto que ejercitaban tanto las piernas como los brazos.

Como el deporte también entiende de modas [el squash, el pádel o las mismas carreras populares son buenos ejemplos], a España llegó hace un par de años esta modalidad que está a caballo entre las marchas atléticas, las rutas senderistas y las salidas por la montaña. El Camino de Santiago, el epicentro español de cualquier buena caminata, está cada vez más llena de deportistas que no sólo disfrutan de la aventura norteña, sino que también expanden un deporte que es algo más que andar con dos bastones.

“Es un deporte muy técnico, la marcha nórdica implica a todo el cuerpo, con una gran variedad de gestos técnicos que son controlados por los árbitros durante las competiciones”, explica Francisca Lucía Sánchez Pérez, Ika en el mundillo de la marcha, una almeriense que se ha aficionada a esta especialidad y en dos años de duro entrenamiento, se ha convertido en campeona andaluza y subcampeona española de máster 60.

Ika, en plena marcha. Ika, en plena marcha.

Ika, en plena marcha.

Sorprende que una almeriense que vive con una media de más 20 grados diarios, triunfe en un deporte que parece adecuarse al clima del norte de la Península Ibérica. Sorprende más todavía que con 63 años, sea una de las referentes nórdicas. Es que Ika lleva practicando deporte prácticamente desde la cuna y tiene un espíritu competitivo que ya lo quisiera para sí Cristiano Ronaldo. “He hecho mucho deporte a lo largo de mi vida, desde balonmano a carreras populares como medios maratones, y la verdad es que me encuentro en buen estado de salud. El año pasado empecé a practicar la marcha, pero no me lo tomé tan en serio como ahora, cuando me ha llamado la selección andaluza. He recuperado la ilusión después de un tiempo en el había dejado el running y me daba pereza ir al gimnasio”, reconoce la integrante del Club Montañismo Montenegro.

Con el campeonato de Andalucía y el subcampeonato de España ya en su poder, Ika busca ahora hacerse con la Copa de España, a la que le faltan dos pruebas por disputarse. Para ello, tiradas de entre 12 y 15 kilómetros de entrenamiento diario, sin renos que se crucen ni aurora boreal que embellezca el caluroso día.

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