Volvo Cars, que a finales del año pasado había mostrado su interés en la compra del centro de desarrollo de celdas y plantas de ensamblaje de baterías de Proterra, ha finalizado la compra tras el pago de 210 millones de dólares.
La división de baterías de Proterra, que también tiene otras para el desarrollo de motores o sistemas electrónicos para coches eléctricos, había entrado en quiebra, lo que ha dado a Volvo Cars una oportunidad de integrar en su negocio esta actividad.
Proterra tiene en Estados Unidos un centro de diseño en Silicon Valey, mientras que cuenta con una planta de producción en Greer, Carolina del Sur.
Volvo seguirá con los proyectos de desarrollo y producción tanto para sí misma como para los clientes seleccionados de esta compañía.
"Estos activos y las herramientas y competencias del equipo de Proterra son un gran complemento a nuestra huella actual y nos permiten acelerar aún más nuestra hoja de ruta eléctrica a batería", dijo Lars Stenqvist, CTO de Volvo Group.
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