Análisis

José Luis Laynez

La A.D. comienza su esprint final ante el Málaga (3-0)

Ocho jornadas faltaban para finalizar la Liga de Segunda y la A.D. Almería se hallaba en una cómoda séptima posición sin aparente peligro de descenso (estaba a 9 puntos) y los más optimistas miraban con el rabillo del ojo (la expresión que popularizó por entonces el árbitro Andújar Oliver) al ascenso (sólo a cuatro puntos aunque los triunfos sólo sumaban dos). Pero bueno, soñar no cuesta dinero.

Aquella 31ª jornada visitaba el Franco Navarro el líder Málaga, recién descendido de Primera y prácticamente con el mismo equipo que el pasado año. Su entrenador era el argentino Viberti, una institución en La Rosaleda, quien sacó el siguiente once: Corral (muchos años en el R.Madrid como tercer portero); Aráez, Nacho, Macías, Popo; Aido (Salguero 55’), Cantarutti, Migueli; Juan Carlos, Santi y Manolito (Carrión 71’).  Era su equipo de gala, con internacionales como Salguero (luego fichó por el R. Madrid) y el argentino Cantarutti. El máximo aspirante al ascenso a Primera.

Maguregui alineó también su once titular: César; Zunzunegui, Piñero, Óscar López, Maxi; Garay, Jeromo (Garrido 45’), Martínez; Rojas (Rozas 75’), Rolón y Abarca. Pitó Urío Velázquez que llegó a ser el mejor árbitro español en los años 80. Muy bien y sin necesidad de mostrar tarjetas. Gran lleno en el Franco Navarro, con una recaudación cercana a los cinco millones de pesetas, algo impensable en Almería hacía un par de años.

El 1-0 llegó pronto. Iban 7’ cuando Martínez mandó un balón al área que remató Rojas. La primera parte fue de dominio alterno pero nada más comenzar la segunda parte Abarca disparó al larguero y Martínez remachó a la red (49’). Fue el gol de la tranquilidad, pero hubo un tercero. Garay coge el balón en medio campo avanza con él hasta el área malagueña, cede a Rolón quien marca el 3-0. Ni los más optimistas lo esperaban. Y el próximo domingo, a Jaén.

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