Azarías no murió hace veinte años

"Pertenece a esa clase de creadores que de forma autodidacta consiguen convertirse en genios"

Sigue entre nosotros, y forma parte de la extensa filmografía de Paco Rabal. Cuando están por cumplirse veinte años del fatídico vuelo de Montreal-Madrid, la asfixia producida por el enfisema pulmonar nos privó de un hombre sin misterio. Paco Rabal era amor, vida, talento, generosidad, gracia. Todo eso que solo es misterio para quienes no lo tienen.

El rostro de la izquierda, uno de los actores más comprometidos, consecuentes y luchadores del enorme elenco del cine español, nos dejó 181 películas. En mi filmoteca particular tengo muy presentes algunas que le llevaron a estar en la historia del cine. Éstas están dirigidas por Buñuel: Nazarín, Viridiana y Belle de jour. Además de Truhanes, de Miguel Hermoso, Los santos inocentes y La Colmena, de Mario Camus, Goya en Burdeos, de Carlos Saura y un largo etcétera.

En este humilde pero sentido homenaje que quiero hacerle al "maestro", quiero recoger unas palabras que lo definieron con precisión: "Fue hombre comprometido con su tiempo y con la libertad. Nunca olvidó su procedencia obrera, y luchó para hacer esta sociedad más justa". Son palabras del coordinador general de Izquierda Unida de la época, Gaspar Llamazares. Fueron excepcionales las palabras, como ella lo fue, de Carme Chacón (+) que dijo: "Pertenece a esa clase de creadores que de forma autodidacta consiguen convertirse en genios".

Paco Rabal consumió la vida a grandes tragos y ella le exigió el penoso tributo físico y moral, aunque el machaque y la sabiduría que otorga la vida vivida lograran que el gran Rabal valorara las treguas y el relajamiento.

Es un lujo poder seguir disfrutando de aquel entrañable y apaleado quijote conocido como el padre Nazario, del pragmático, carnal y cínico amante de Viridiana, del pintoresco truhán Ginés, de aquel bobo inocente y desamparado que amaba a su milana bonita, de ese Goya anciano enfrentado a su soledad, a sus fantasmas y a sus monstruos, etc.

Dentro de la cinematografía española y de las series de televisión, ningún personaje ha cuajado con más arraigo torero que Juncal. El popular taurino José Rodríguez "El Pío", que trabajó como figurante en la serie, afirmó que "cuando Rabal llegó a Sevilla uno de los toreros del que más se había impregnado fue de Enrique Bernedo "Bojilla". Considerado uno de los mejores subalternos de todos los tiempos.

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