El panorama que sufrimos en Almería en materia de comunicaciones es lamentable y, ante la previsión de que no vaya a solucionarse mientras el PP siga gobernando, nos merecemos una compensación.

Almería cuenta con una conexión por tren con Madrid propia del siglo XIX, lo que hace que se tarde más de seis horas y media en llegar hasta la capital de España. Por lo que respecta a la conexión ferroviaria con Sevilla, la perdimos allá por el año 2015. Desde entonces, los valientes que deciden viajar de Almería a Sevilla, deben bajarse del tren en Granada y coger un autobús y bajarse del autobús en Antequera para volver a coger otro tren. Un disparate.

En cuanto a las obras de la línea de Alta Velocidad que nos unirá con Murcia y, de ahí, con el resto de España, están paralizadas desde 2012. En este tiempo, mientras que en Almería no se ha invertido ni un solo euro, en otras provincias españolas sí se han ejecutado grandes cantidades de dinero, de tal forma que muchas localidades ya cuentan con líneas de trenes AVE o están a punto de tenerlas.

En cuanto a las comunicaciones aéreas, no representan una alternativa a las comunicaciones por tren, dado que las conexiones regulares con Madrid y Barcelona tienen precios muy elevados, lo que, por un lado, dificulta la llegada de turistas a nuestra provincia y, por otro, impide su utilización por la mayoría de la sociedad almeriense.

Ante tanto abandono y castigo y, sobre todo, ante el incierto futuro que tenemos por delante, es de justicia que Almería reciba una compensación. Por eso, los socialistas vamos a pedirle formalmente al Gobierno que apruebe lo que podríamos llamar el Billete Alcazaba, una tarifa reducida para las comunicaciones ferroviarias con Almería. También le pediremos tarifas especiales para las comunicaciones aéreas y un plan de promoción turística de Almería, con una partida anual en los Presupuestos, que resalte nuestra cultura, nuestro rico patrimonio y nuestra gastronomía. No nos estamos inventando nada nuevo. Esto es algo que ya se ha aplicado en otras ciudades del país y creemos que Almería también tiene derecho a que se le compense toda la riqueza y el empleo que está perdiendo por el maltrato del Ejecutivo de Rajoy. Han de pasar, al menos, cinco años hasta la llegada del AVE y, al menos, durante ese tiempo, Almería merece un trato especial.