El medio y el ambiente

Blanca Navidad, de pelets, en Galicia

Las primeras noticias llegaron el día 13, cuando comenzaron a llegar los primeros sacos de pélets a las costas gallegas

Según la Delegación del Gobierno en Galicia, el pasado 8 de diciembre, el buque Toconao, de bandera de Liberia que parece ser perdió hasta seis contenedores en aguas portuguesas, uno de ellos lleno con 26 toneladas de pélets de plástico, y el resto, parece ser que cargados con neumáticos y papel film, lo cual tampoco beneficia mucho al mar. El Ejecutivo central ha detallado que según el representante de la armadora del barco, Maersk, lo que transportaba el contenedor eran “1.050 sacos de pélets, de 25 kilos cada uno”, es decir, un total de 26.250 kilos de las pequeñas bolitas de plástico que han aparecido en las playas gallegas. Las primeras noticias llegaron el día 13, cuando comenzaron a llegar los primeros sacos de pélets a las costas gallegas.

Hasta el 4 de enero parece ser que nadie sabía nada de ese vertido de “bolitas de plástico”, de las que parte pueden llegar también a Asturias. Y ahí andan el Gobierno Central y La Xunta aclarando si el vertido es de categoría 1 ó 2. Si es de la 1, lo tiene que solucionar La Xunta, y si es de la 2, el Gobierno Central ayuda. Vamos, “las grescas de siempre” en España: ¡Qué le voy a decir yo a Vd., estimado lector, que Vd. no sepa ya! Por si eso no fuera bastante, un “responsable político” ha dicho que los pélets de plástico no son tóxicos. Y eso también me ha sentado mal. Puede que dichos pélets no sean tóxicos en el mismo sentido que lo era la cicuta que tomó Sócrates, pero lo que si que está más claro que el sol de Almería, es que uno de los problemas graves que tienen los mares hoy día, es la contaminación por restos de plásticos vertidos en los mismos, que conformen se van rompiendo en trozos cada vez más pequeños, se convierten en partículas semejantes a esos pélets que han llegado ahora a Galicia. Si fuera posible, sería bueno poder preguntarles a los atunes o a las tortugas marinas, por poner algún ejemplo de criaturas fastidiadas con los dichosos pélets de plástico, si está de acuerdo con quien ha dicho que los pélets de plástico no son tóxicos. Si no lleváramos tantos años haciéndonos buenos propósitos y fundando nuevos organismos para vigilar el cambio climático, y en lugar de ello, lleváramos esos mismos años trabajando de verdad en evitar la porquería que nos invade, y gastando esos dineros en vez de en mercadotecnia, en educación de la sociedad entera, y líbrese quien pueda, no ocurrirían estos silencios de casi une mes de las autoridades, ni se oiría decir esas banalidades sobre la toxicidad.

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