Comité de bioética

El comité de bioética es una garantía de eticidad en una comunidad. Los ciudadanos tiene un ente al que poder dirigirse para resolver sus dudas

Igual suena a institución del centro de España y hasta de unos límites superiores al nuestro. No obstante en Almería existen varios comités de bioética que efectúan una gran labor. La necesidad de su existencia no solo debe reconocerse sino visibilizarse precisamente por la altura de las cuestiones que aborda y el impacto que tiene con la ciudadanía. Nadie imagina que en nuestra provincia existan instituciones tan dignas y tan esenciales, pero afortunadamente ahí están para ofrecer un servicio. Por definición un comité de bioética es un "órgano colegiado, independiente y de carácter consultivo, que desarrollará sus funciones, con plena transparencia, sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas y sociales de la Biomedicina y Ciencias de la Salud". Dicho de otra forma es un órgano que se dedica a atender consultas, ya sea por parte de los usuarios o de los mismos sanitarios, y a hacer asesoramiento, formación, en materia de ética asistencial y de la investigación biomédica. Las grandes cuestiones que se supone que trata son obviamente cuestiones sobre la vida o la muerte de los pacientes y las implicaciones que eso tiene. Hay ciertas leyes que marcan el contexto de reflexión ética: la ley de la eutanasia, la de últimas voluntades o la de la objeción de conciencia médica. Recientemente he formado parte de uno de estos comités, el del Poniente, y he agradecido el alto nivel de compromiso y de rigor de los miembros ya integrados en torno al conocimiento de las implicaciones que tiene la vida y la muerte cuando se relacionan con aquella vieja idea de la dignidad humana. La mayoría de los casos que llegan provienen de dudas que tienen los mismos sanitarios acerca de las regulaciones antes descritas, aunque también existen excepciones que no se pueden ceñir a ningún marco jurídico y que exigen un doble ejercicio de reflexión. La ética está más viva que nunca porque para dar respuesta a las consultas se cuestionan los valores, la calidad de la vida de determinadas personas, y la capacidad para tomar decisiones de estas mismas. A veces la libertad individual debe hibridarse con los derechos legales pero otras veces puede resultar improcedente porque surge una opacidad. El gran valor de los comités de bioética es la responsabilidad que asumen las personas que forman parte de ellos. Solo por ello su labor además ser de notoria, debe ser pública.

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