Nació otra vez, pobre y okupa

¡Qué fartica, perdonadme el almeriensismo, de padre putativo experimentamos por estas fechas!

El ser humano necesita del rito: es así como nuestras sociedades se consolidan culturalmente, a través de estos. Estoy seguro de que eso fastidia a más de uno que se ha propuesto alejarse de todos ellos; mas no os preocupéis en ese caso: seguro que ya habéis adquirido otros que los suplen satisfactoriamente. El de la celebración de la Navidad es uno de esos ritos que nuestra sociedad precisa que sea vivido en plenitud consumista. Tanto es el consumismo que se genera que ya no es preciso que se levanten voces desde el ámbito religioso llamando la atención sobre lo que se debe y no se debe celebrar en estas fechas. Es muy interesante por la pluralidad de creencias en este debate, y porque lo que se concluye es que celebramos un nacimiento y no una cena, que es lo que parece... Y es que lo que se recuerda, fe al margen, es que una persona que nació en una cueva entre un buey y una mula, vino a hacerlo ahí porque nadie lo acogió en su casa. Vamos, que lo de que "nos joden los inmigrantes" no es de ahora. Y es que andaba yo muy ufano con las acciones Marca España cuando escuché cómo en la fragata Navarra se recogía a un grupo de náufragos, una de cuyos miembros dio a luz a la pequeña Muna. Pero hete aquí que Muna Navarra, así llamaron acertadamente a la peque, fue trasladada a territorio italiano no siendo acogida en territorio español. Es evidente que os estáis preparando un tratado de Derecho Internacional Público para darme con él en mis narices por mi ignorante osadía; no lo sé. Pero querría recordar las palabras del "más educado" de nuestros sres. Ministros: "Bienvenida a España, niña. Creo que es un buen augurio en estas Navidades". Ciertamente, es arranque de pura sangre para terminar parando como un percherón. Pero, aun siendo asunto de Estado el hecho migratorio, ¿no podría haber hecho pedagogía el sr. Ministro animando a la población a implicarse con la acogida de inmigrantes? Meter a un inmigrante en casa no está en la mano de cualquiera, pero colaborar con el poder público implicándose en acciones humanitarias lideradas por las administraciones del Estado, ¡eso sí que sería Marca España, y desde cada españolito! No, dejémonos de bobadas; seamos claros: o tienes un San José que dé la cara por la Virgen y el Niño, o la Navidad no será putativa; será una putada. ¡Qué fartica (perdonadme el almeriensismo) de padre putativo experimentamos por estas fechas!

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