Pequeños gestos y grandes resultados

Efecto rebote: el conductor toma cualquier estimulante con el objetivo de que desaparezcan los síntomas de cansancio

Ala hora de escribir estas líneas, tengo que decir que son varios los años que han pasado sin ejercer esta profesión de Educación Vial. En la actualidad imparto clases de Cursos de Adaptación Profesional (CAP), dependientes del Ministerio de Fomento, y aunque es una materia compartida con el Código de Circulación, en ambos casos, observo una cantidad de artículos y normas nuevas que han colaborado en mejorar nuestra seguridad vial. Dicho esto me atrevo a comentar algunos remedios para disminuir posibles lesiones de accidentes de uso cotidiano y que tenemos poco en cuenta; sobre todo si pensamos que esas pequeñas prevenciones pueden evitarnos graves lesiones. A continuación empiezo por dar mi primera opinión: El cinturón de seguridad: Hay que abrochárselo antes de iniciar la marcha, de lo contrario causamos cierto peligro al soltar una mano del volante, e intentar atinar con el anclaje de seguridad. El efecto submarino: Por el que el cuerpo se desliza por debajo de la banda abdominal, podemos sufrir lesiones graves, ya sea por chocar con el salpicadero, o el mismo centurión incorrectamente colocado puede producir daños graves. El efecto Elefante: Cuando un pasajero que viaja en el asiento trasero sin cinturón, en un frenazo este golpea al que viaja en el asiento delantero, con una fuerza que equivale a su peso y velocidad comparada con la de un paquidermo; este anuncio publicitario viene de una campaña publicitaria francesa "No viaje con un elefante". Efecto mirón: Sucumbir en exceso a la curiosidad, ralentizando la marcha cuando se ha producido un accidente, que además esta socorrido, con la consiguiente distracción y posible alcance a otro vehículo por detrás. Efecto rebote: Cuando el conductor toma cualquier estimulante con el objetivo de hacer desaparecer los síntomas de cansancio o fatiga, si este deja de hacer efecto, la fatiga vuelve a aparecer con mucha más fuerza. El efecto domino: cuando por un atasco o una retención se produce un frenazo brusco, los conductores no son capaces de detener sus vehículos, golpeando al último de la retención y así sucesivamente. El efecto pantalla: Este efecto, se produce cuando sopla el viento, siendo uno de los momentos más peligrosos para la conducción, cuando este llega de repente, sorprendiendo de una forma brusca, como por ejemplo a la salida de un túnel, o al adelantar a un vehículo voluminoso. El efecto túnel: Es la pérdida de la visión lateral o periférica, cosa que puede ocurrir por el aumento de la velocidad o la ingestión de alcohol. Estos pequeños incidentes podríamos evitarlos si ponemos atención necesaria; no olvidemos que estos pequeños gestos, pueden dar resultados muy positivos, máximo si en ello nos va la vida.

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