República de las Letras

Pechina 1931-1945

El reconocimiento y la reparación a las víctimas del franquismo requiere verdad, objetividad y resiliencia

Es verdaderamente encomiable la labor de mi amigo Eusebio Rodríguez Padilla, que impulsa desde hace años el estudio de este periodo histórico en las localidades de la provincia de Almería. El estudio sistemático de la represión franquista pueblo a pueblo era algo que faltaba en la historiografía provincial y que no se había podido hacer hasta ahora por razones de conveniencia política. Era esa razón de Estado, impuesta por los interesados en vivir de la política, la que lo impedía. Había que dejar pasar el tiempo para que las heridas, decían, cicatrizaran. Como si ese tipo de heridas, las producidas por una cruentísima guerra civil y la posterior represión de los vencedores sobre toda la población del país, lleguen a cicatrizar nunca. Sólo el reconocimiento de los crímenes cometidos, la reparación de los daños a las víctimas y sus herederos, la restitución de honores y haciendas, y la narración fiel de la verdad pueden cicatrizarlas. Dejar pasar el tiempo, las generaciones, sin reconocer a las víctimas del franquismo es una crueldad histórica.

Pero para ese reconocimiento y esa reparación era necesaria la narración de los hechos con verdad, documentación y resiliencia para con las víctimas. Y eso es lo que Eusebio y sus colaboradores han venido haciendo, pueblo a pueblo, todos estos años. Es una laguna que había que rellenar, una parte de la historia que había que dar a conocer a los jóvenes. En el caso de Pechina, Eusebio Rodríguez, Juan Montesinos y Luis Navarro han buceado en las fuentes documentales y, con objetividad, sinceridad y respeto, nos han dado a conocer las vicisitudes de la localidad durante el periodo histórico tratado, las peripecias vitales de las víctimas y, sobre todo, el clima bélico instalado en la localidad, como en todas las demás de la provincia, ya terminada la guerra. Hay un párrafo muy significativo, que no voy a transcribir por su longitud, que en resumen explica cómo en España, al contrario que en otros países que sufrieron una guerra civil -los Estados Unidos, por ejemplo-, el fin de la guerra no significó la paz, sino, como dijo Fernán Gómez, la victoria. Los soldados no volvieron a sus casas a reanudar su vida familiar y sus trabajos, y a reconstruir el país con su esfuerzo, sino que siguieron sufriendo las consecuencias de la guerra en una represión sin límites contra toda la población. Enhorabuena a los autores y gracias.

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