Utopías posibles

Poner fin a treinta años de ocurrencias

Hagamos un repaso a algunos de los aspectos más perniciosos de nuestro sistema educativo. Hablemos de las adaptaciones curriculares. Teóricamente, consisten en "mantener los objetivos, modificando los contenidos". Perdón por el trabalenguas. En la práctica, supone que al alumnado de nivel más bajo le damos menos nivel. No se le da más apoyo, ni se cambia la metodología, la evaluación, se le dan más estímulos o interacciones. En la misma línea están los "agrupamientos flexibles de nivel" (pido disculpas de nuevo por otra frase incomprensible). La idea es que el alumnado de nivel más bajo se junte con otros compañeros y compañeras de nivel bajo y así aprendan más y mejor. Es de sentido común que si juntamos a todo el alumnado de menos nivel, nadie aprende de nadie, las expectativas caen y solo se consigue empeorar la situación. Así ha sido y es en todos los lugares donde se han puesto en práctica, incluyendo nuestro país.

Otra idea nefasta es la de que "lo importante es el proceso, no el resultado". Si nos cargamos el nivel académico y los resultados, estamos atentando gravemente contra la igualdad de oportunidades. Si no garantizamos que el alumnado accede a los conocimientos suficientes que le permitan acceder a estudios posteriores o a ser lo que quiera ser en la vida, estamos creando ciudadanos de primera, de segunda y de tercera clase.

También podríamos hablar de la maravillosa idea de separar la primaria y la secundaria a los 12 años, con cambio de centro incluido, cuando en la mayoría de países toda la educación obligatoria se hace en una misma escuela. En el plano teórico, podríamos preguntarnos porqué en España se elogia a autores como Ausubel, abiertamente racista y denostado a nivel internacional, o se ha dado una visión muy sesgada de Vygotsky. Al legislador se le olvidó el "pequeño detalle" de que para este último autor el aprendizaje solo se produce al interactuar distintas personas entre sí, cuanto más diversas, mejor.

Todos estos despropósitos vienen arrastrándose en nuestro sistema desde la LOGSE. Y ahora, treinta años después, se quiere elaborar un nuevo sistema educativo, revolucionario, moderno… escrito por las "eminencias" que propusieron estas cosas. Ya está bien. Pongamos fin a treinta años de ocurrencias. Utilicen de una vez por todas lo que la investigación, la mejor tradición pedagógica y la práctica viene demostrando que funciona.

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