Reaccionarios

Todo reaccionario no es más que alguien que tiene una visión torpe y miope

Aunque no todo el mundo se da por enterado, estos días está fluyendo información sobre el hecho del cambio climático. Se habla del informe del IPCC, y también del informe redactado desde la Junta de Andalucía sobre Escenarios de Cambio Climático . Las cosas, según las distintas posibilidades abiertas tras la investigación, no pintan bien. Por tanto, cuanto se haga para evitar o modificar todo lo posible esas consecuencias debería ser bienvenido. Hace unos días se hizo público un proyecto ambicioso, a largo plazo, para eliminar una de las mayores fuentes de contaminación, sobre todo en las grandes ciudades. Son los motores de combustión. Cualquiera que esté al tanto de la problemática debería dar saltos de alegría pensando que algo se puede hacer y algo se quiere hacer. Como propuesta importante, se quiere planificar a más de 20 años vista la eliminación completa de estos vehículos. Es un proyecto en consonancia con otros de la Unión Europea, que proponen programas similares. La reacción de algunos partidos políticos, sindicatos y fabricantes, a los que se supone bien informados, me ha dejado helado. Antes de nada han dicho NO. Aunque se trata solo de un plan, de un anteproyecto, a esos políticos de la oposición solo se les "ocurre" descalificar este proyecto diciendo que es una "ocurrencia", y que hay que consensuar. Los sindicatos solo piensan en que se van a destruir puestos de trabajo y por tanto no es bien recibido. Y la patronal, fabricantes de coches y dueños de gasolineras, que si las inversiones, que si las adaptaciones, que si... El calificativo más suave que puede cuadrarles es el de "reaccionarios". Y todo reaccionario no es más que alguien que tiene una visión torpe y miope. No solo porque mantener los actuales procedimientos de producción llevará a la bancarrota, entre otras cosas porque la exportación, la gran puerta de salida de la producción de estos automóviles, estará cerrada. Es, sobre todo, porque las emisiones en su estado actual (y previsiblemente incrementadas si no se reducen progresivamente sus niveles) es totalmente insostenible. Sin ser apocalíptico podemos afirmar que, de seguir así, la vida será imposible. ¿Por qué tienen eco esas reacciones en defensa de unos intereses mezquinos, egoístas, dando de lado a unas soluciones que pueden repercutir positivamente en todos los habitantes, humanos y no humanos, de la tierra?

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