Recen para que no nos ocurra lo de Cantabria y Asturias. Me refiero a sus trenes que, por lo que se ve, no sirven por error en el diseño. Vean cómo la realidad supera la ficción. Esperemos que cuando llegue el AVE a tierras almerienses todo vaya en orden y no se convierta en este caso o en el de Extremadura, que se tarda menos en coche a Madrid que en tren. Chapuza tras chapuza y este Consejo de Ministros nos sigue tomando por tontos. Sobre todo en las respuestas a las preguntas de los periodistas. La última inexplicable es la de la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, a la que se le pregunta por los centenares de beneficiados por la ley 'Solo sí es sí' y ella afirma, con toda su jeta, que solo ha habido una treintena. Lo gracioso es que pone en riesgo la credibilidad del periodista, pero menos mal que la fuente de información es pública y ratificada por los juzgados. Igualdad sigue con su mentira sobre una ley chapucera y son de lo más escandalosas en sus respuestas, pero otros ministerios no se quedan muy atrás. Por ejemplo el de Economía, del que tuvimos que leer un artículo por la propia ministra, Nadia Calviño, afirmando lo siguiente: "España inicia 2023 con un motor económico sin precedentes". Ojalá fuese así, pero lo triste es que a los días el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos dice todo lo contrario y advierte de las debilidades económicas de España. Es continuo que el Banco de España u otras instituciones internacionales y nacionales que le den un rejonazo a Calviño. No hay responsabilidad política, se ha dejado atrás y para responder una cuestión se inventa un dato o cifra para defender una tesis incuestionable. Es el caso de los fijos discontinuos que hacían maquillar unos datos del paro que todos sabíamos. La ministra Yolanda Díaz no sabía cómo salir del paso a las cuestiones y al final, tuvo que rectificar. Grande-Marlaska, sin embargo, es un tipo que nunca tira la toalla. Me refiero que es cuadriculado en dar sus respuestas como lrene Montero. Sobre todo con lo que ocurrió en Melilla en junio de 2022. La BBC demostró en imágenes todo lo contrario. Como digo, la única solución que buscan es que la información se desinfle y que le toque a su compañero de pupitre otro escándalo y así librarse de la presión. Esta es nuestra política de hoy.

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