Opinión

Joaquín Pérez de la Blanca

Trasvase

No parece disparatada la tarea de alcanzar un reparto equitativo de los recursos naturales del país entre las distintas regiones

Los agentes vinculados con la agricultura bajo plástico han logrado que Almería disfrute de un modelo agrícola que se erige como la pieza clave del producto interior bruto y de la balanza comercial de nuestra región. Este esfuerzo, unido al fantástico clima que disfrutamos en nuestra provincia, ha sido el ingrediente básico para que Almería sea hoy un referente agrícola en el mundo. Todo ello a pesar de que Almería sea una región semidesértica en la que no abunda el agua, precisamente. En el año 2005 se diseñó el Plan Hidrológico Nacional, un proyecto que parte del principio de la titularidad conjunta del agua, por ser esta un bien de dominio público, y del principio de solidaridad entre regiones. Se contemplaba allí la construcción de un ambicioso plan de infraestructuras que conectaban diferentes cuencas y regiones para que, siempre respetando los criterios de sostenibilidad ambiental y económica de las zonas "cedentes", fluyera el agua hacia el sur y el levante español, donde este recurso escasea. Por supuesto, como viene siendo norma, el partido socialista paralizó esta actuación que hubiera aportado mucha riqueza a numerosas regiones de España, como la nuestra, sin perjudicar los intereses de aquellos que disponen de recursos hídricos de sobra.

No parece disparatada la tarea de alcanzar un reparto equilibrado y equitativo de los recursos naturales del país entre las distintas regiones dado el exceso en unos territorios y la escasez en otros. Sin embargo, los de siempre siguen dando muestra de lo contrario. Hace unos días se aprobó por el Consejo Nacional del Agua un recorte del trasvase máximo mensual del Tajo Segura de 38 hm³ a 27 hm³, y ello sin existir criterios de alerta en el nivel hídrico que avalara esta decisión. Se modifica así la norma que regulaba dicho envío anual del que dependen más de 130.000 vecinos del levante almeriense y 24.000 hectáreas de cultivo, sin contar con los más de dos millones y medio de personas contando con la región de Murcia y Alicante y los 3.000 millones de euros en el PIB de estas provincias. Por ello me sumo al manifiesto institucional en defensa del Trasvase Tajo-Segura firmado en Almería entre las distintas Administraciones (a excepción del gobierno valenciano) y los representantes de distintos sectores agrarios y regantes por entender que es necesario, sin que ello signifique que sea contrario a las alternativas planteadas desde la Mesa del Agua en Almería, como por ejemplo la regeneración de aguas residuales o la política de desaladoras que se sirven de energía renovable, que se muestran a día de hoy como la solución para satisfacer el crecimiento de las hectáreas de cultivo ante factores como el cambio climático y el avance de la desertización.

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