Siempre me ha preocupado un aspecto de la Economía del que, a nivel social, se habla poco. Es cómo la Economía puede, y de hecho lo hace, constreñir o ampliar la libertad de las personas.

De siempre me ha gustado leer, o sea, adquirir cultura y capacidad de discernir. Por eso soy tan amante de la Libertad, con mayúscula. Por eso, desde bien joven me llamaba la atención que el sistema bancario estuviera en manos de 7 grandes bancos, siempre el número 7, que eran: Banesto, Hispano, Central, Bilbao, Vizcaya, Santander y Popular. Y con implantación más social, y más cerca de las personas, las Cajas de Ahorros y las Rurales. Con ese tejido financiero España funcionó y superó devaluaciones de la peseta. Había muchas dificultades para acceder, pero una vez dentro te permitían vivir sin corsé.

A propósito, un inciso: el corsé es una prenda que estuvo de moda en la Belle Epoque, hasta que al inicio del siglo XX las feministas piden su desaparición y la moda sigue la línea natural del cuerpo, la falda se acorta y la indumentaria se simplifica. O sea, en el tejido económico había corsé antes de entrar, pero una vez dentro, te lo podías quitar. 2

Prueba de ello era que la construcción alcanzó un volumen tremendo y los españoles accedían/accedíamos a "un piso" con hipotecas a 5 años.

Pero entramos en la UE y nos encontramos con las legiones de funcionarios de Bruselas. Resucitaron el corsé. Dijeron que nuestros Bancos no servían. Y los banqueros, devenidos en bancarios, empezaron a cambiarse cromos, cambiar siglas y ponerse corbatas que les regalaba el patrón. "Todo quisque" negociaba créditos con el banco/caja de la esquina de su calle. Con esa efervescencia de nuevos "empresarios", "comerciantes", "financieros" nadie se dio cuenta de que los intereses bajaron, pero ¡Oh casualidad! los años de "libertad condicional" para liquidar, aumentaron. Y así hasta hoy en que han conseguido, los bancos, que una "miajilla de punto de subida", sea un aumento de un pastizal en el recibo mensual de la hipoteca, que ya no es a 5, sino a 25 años. ¡Toma libertad!

¿A quién le ha tocado la lotería? Pues claramente a los bancos, pero como nunca van solos, que siempre o casi siempre, van o de la mano o haciéndose arrumacos o cruzándose miradas de amor-odio, pero sin llegar la sangre al río, mira por dónde los políticos, sobre todo "los más pachangueros", que no "los príncipes de Maquiavelo" que hasta pensaban en su pueblo, se sienten felices haciendo de pacientes en el chiste del dentista, sólo que en vez de al dentista, es al ciudadano al que le pueden apretar. Insisto: ¡Toma libertad!