Una cuestión de tiempo

"Lo que iguala no es el morir, pues no son poco desiguales las maneras de perder la vida, sino el estar muerto"

La muerte es una cuestión de tiempo

La muerte es una cuestión de tiempo / Juan Antonio Muñoz Muñoz

Saramago escribió, con una sabia evidencia, que morir siempre es una cuestión de tiempo. Y García Márquez, con intención entre jocosa e irónica, relató que una agencia funeraria, La Equitativa, acaso inspirada por el humor de la muerte, puso un anuncio enorme, a la salida de la ciudad, con esta recomendación y servicio: «No corra, nosotros lo esperamos». Administrar las honras fúnebres es, por tanto, un cometido al que han de prestarse facilidades, preferencias y hasta excepciones, ya que la muerte impone, a la vez que necesita, el respeto. Cierto es, como también sostenía Saramago, con clarividencia grande, que lo que iguala no es el morir, pues no son poco desiguales las maneras de perder la vida, sino el estar muertos, que ese estado es bastante más igualitario. Cuesta acostumbrarse, sobremanera, a la vecindad de la muerte, a la recluta de la parca, a la infausta pedrea de los infortunios repartidos por la mala suerte del azar, o, si no es así, por el anotado designio que lo que se dice predeterminado por el destino ‒lo que está para uno‒. Aunque la muerte cuente desde el primer día que estrenamos, y empezamos a gastar, la vida. Por eso importa que sea cuestión, la muerte, de mucho tiempo de vida digna.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios