República de las Letras

LA enseñanza de la historia (3)

En conjunto, la cultura impartida en colegios e institutos ha sido siempre bastante deficiente

La Historia y la Geografía son hoy por hoy las cenicientas de la Enseñanza en España. Ambas materias son las actuales "marías", una expresión ya en desuso. Derivadas de la religión -las tres Marías al pie de la cruz-, designaban las materias que "no tenían mayor importancia" en el conjunto de las impartidas en los institutos: religión, política -la Formación del Espíritu Nacional de la época franquista- y la gimnasia -aún faltaba mucho para llamar a la asignatura Educación Física-. Pero ahora, las marías son, como digo, la Historia, a la que no se le ve utilidad alguna, ¡tanta como tiene!, y la Geografía, por farragosa. Ambas se han impartido siempre llenas de nombres, de fechas y de divisiones cronológicas tajantes, que parecía que en 1492 acababa la Edad Media y al año siguiente ya era la Edad Moderna, y que eso sucedía en todo el Mundo. En esas divisiones arbitrarias de la trayectoria histórica de España, de Europa y del Mundo, sólo se llegaba hasta la Revolución Francesa, es decir, finales del siglo XVIII, eludiendo a toda costa entrar en la enseñanza del periodo capitalista y liberal, con el surgimiento del Movimiento Obrero, y, menos aún, de toda referencia al siglo XX, con las dos guerras mundiales y sobre todo la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

En cuanto a la Geografía, se impartía memorizando los nombres de las cordilleras, los ríos con sus afluentes, los cabos, golfos y mares y, en algunos textos, incluso las comarcas. Es decir, geografía física, nada de geografía económica ni humana. Su poco de climas, algo del Sistema Solar y del globo terráqueo y pare usted de contar. Si en Historia había que saberse de memoria la lista de los reyes godos, que nunca se supo para qué hacía falta saber eso, en Geografía se tenían que decir de corrido los ríos de España, sus afluentes y sus recorridos, a veces con cantinela incluida para memorizarlos mejor.

Igualmente, la enseñanza de la Filosofía o la Música, de la Literatura o el Arte, se limitaba a un recorrido histórico que se ampliaba muchísimo en los filósofos griegos y en los músicos clásicos europeos, o en los artistas del Renacimiento y los escritores del Siglo de Oro español, y poco más.

En conjunto, la cultura impartida en los colegios e institutos ha sido, tanto durante el franquismo como durante la transición a la democracia, poca y de mala calidad. Y no parece que haya mejorado demasiado.

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