Después de mucho “marear la perdiz”, parece ser que el gobierno ha conseguido crispar sobremanera los ánimos de los ciudadanos anónimos, los de los “hombres del traje gris” que canta el maestro Joaquín. ¡Cuánto echo en falta su voz retratando esta sociedad! ¡Anda que no le están dando temas para letras y letras! Con gobiernos así, “nos sobran los motivos” para componer “cienes y cienes” de canciones. Dan el trabajo hecho.

Por una parte, una vicepresidenta del gobierno corrige en público a su jefe diciéndole lo que ha de sumar en materias de presupuestos y similares.

Por otra parte, un ministro se dedica a proporcionar a la Sociedad frases del más depurado estilo lingüitico-semántico-político-diplomático.

Una ministra e ignoro si vicepresidenta del gobierno, tiene el don de la premonición y adivina lo que van a publicar los periódicos, lo que antes se llamaba “la prensa de la tarde”, unas horas antes de que éstos salgan a la calle.

Pero el nexo que une todos estos sucesos, curiosamente no es alegre, contento, divertido, animado, alborozado, risueño, sonriente, jocoso, jubiloso, optimista, gracioso, chistoso ni festivo. Todo lo contrario, más bien es motivo de crispación, convulsión social, irritación, enfado, enojo. Digo yo que ya podía haber esperado la ministra a que nos enteráramos con calma, serenidad, tranquilidad, quietud, placidez y relajación. Total, unas horas más o menos en asuntos de ese tipo, da igual. Es lo mismo. No pasa nada. El daño ya estaba hecho, y además se habría librado de caer “en la contradicción” de decir algo así como que ya lo había publicado la prensa, cuando parece ser que faltaban unas horas para que eso ocurriera. las prisas son malas consejeras.

Total, que la clase política está de los nervios y haría bien en relajarse, o tomarse una tila. No ya por su bien, sino por el nuestro, porque nos van a contagiar su desasosiego a los ciudadanos, que somos los que más nos merecemos y necesitamos estar tranquilos, pues para eso les damos el voto que es lo que nos han pedido para llegar al poder y proporcionarnos tranquilidad y sosiego para trabajar y vivir o vivir y trabajar agustito y sin agobios.

Total, que esto es un desastre y que el gobierno no para de darnos noticias que nos ponen el corazón en un puño. ¡Pues vaya forma de gobernar ellos y vaya forma de vivir nosotros!