Este personaje, de terror y suspense, de bótox y corticoides, de corbata y Kremlin, huele a mafia y a mentira. (Adolf) Vladímir Putin, Hitler II, hubiera sido definido por Albert Camus y Herman Hesse en el diván de la locura. Pero un ego, tan malvado, no podría ser explorado por nadie que no fuese el padre de la novela psicológica: Fiódor Dostoievski. Leyendo Crimen y castigo, surgirá el psicoanálisis de una ambición, sin límites morales. Según una información del New York Times, el personaje (men in black), de cara redonda y mirada draculiana, amasa una fortuna de más de 100000 mil millones de euros, con propiedades privilegiadas en el Mar Negro, sur de Francia, Mónaco, Marbella... (Su colección de relojes tiene un valor incalculable. El preferido es un histórico suizo: Aqua Lung Grande Date). Es el hombre más rico del mundo (¡fiel red de testaferros!), después de Bezos, Musk y Gates. ¿Acaso, desconoce las rutas del contrabando del oro, del carbón, del petróleo y de la cocaína el buen amigo de Juan Carlos I? ¿Ha sido el presidente ruso (el) Romeo de Corinna?

El riveriano color de la noche se estremece y las metáforas ya no son versos de Jane Austen.

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