En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”. O eso dice al menos el refranero español. No obstante no por esto se está haciendo una referencia a los invidentes sino que el título anima a seguir otra perspectiva y reflexionar sobre la diferencia entre tener la capacidad para ver y tener la actitud para mirar. Hay un libro de Saramago que se titulaba precisamente “Ensayo sobre la ceguera” que nos puede valer para esto mismo, porque existen determinados contextos donde existen multitud de ciegos, insensibles, respecto a los problemas reales. Dicho de otra forma hay personas que no quieren mirar lo que pueden ver. Pondré un ejemplo cierto. En el contexto de la seguridad privada la sociedad actúa con una total ceguera. Y no solo porque nadie quiere creerse que existen diferencias legales entre el “guarda” y el “vigilante de seguridad”, aunque se les demuestre, sino porque existe una total insensibilidad a los problemas de estos. Cuando, por ejemplo, un grupo de vigilantes se manifiestan ante algunas administraciones las reacciones siempre son las mismas: ni se molestan en mirar. Lo cual es muy decepcionante. Cuando ocurre un accidente de tráfico todas las personas se acercan para ayudar. Cuando hay una catástrofe natural todos los que están cerca acuden para salvaguardas las vidas. Pero cuando las familias de los vigilantes se quedan sin comer, por culpa de las empresas piratas y de esas administraciones que licitan incumpliendo la ley de contratación pública, nadie hace caso. Cualquier otro suceso tiene mayor interés que este. Y es indignante que todavía los falsos estereotipos que se les asigna a estos profesionales sean tan poderosos como para deslegitimar el derecho de los vigilantes de seguridad a ser consideramos víctimas de sus circunstancias. Pero la ceguera también está en los medios que nunca difunden noticias heroicas de estos profesionales a los que se refiere como “guardas jurados” o “guardas de seguridad” de forma equivocada. No obstante siempre difunden noticias donde se les tilda de agresores en las que si les llaman correctamente “vigilantes de seguridad”. La FTSP USO-A denuncia públicamente esta situación porque va contra la dignidad humana. Y exige el mismo respeto en los medios y en la sociedad general. Basta ya a esta sociedad de ciegos. Ya va siendo hora de aprender a mirar para poder ver el drama de la seguridad privada.

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